Endometrio, un cáncer cada vez más común del que apenas se habla

El tumor ginecológico más frecuente en los países desarrollados es el que afecta la mucosa que recubre el útero. Su incidencia sigue aumentando y, a pesar de que es un cáncer que da síntomas, no hay concienciación

Se estima que en 2024 más de 7.000 mujeres en España recibirán un diagnóstico de cáncer de cuerpo uterino. En su mayoría, mujeres posmenopáusicas.
Se estima que en 2024 más de 7.000 mujeres en España recibirán un diagnóstico de cáncer de cuerpo uterino. En su mayoría, mujeres posmenopáusicas.iStock

Cuando se habla de cáncer de endometrio, la primera duda que asalta a muchas mujeres es qué es y dónde está el endometrio. Pese a ser el tumor ginecológico más frecuente en nuestro entorno, cuando se menciona, a menudo se simplifica diciendo que se trata de un cáncer de útero. En realidad, “el endometrio es la mucosa que recubre el útero y la responsable del sangrado en la menstruación”, explica el doctor Javier de Santiago, presidente de la Sección de Ginecología Oncológica de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). “Hay distintos tipos de tumores del útero, y cuando tiene su origen en esta mucosa es cuando hablamos de cáncer de endometrio. Es el que más vemos en consulta y, de hecho, su incidencia está en ascenso debido, fundamentalmente, al aumento de la obesidad, la hipertensión y la diabetes″, explica De Santiago, que también es jefe del Servicio de Ginecología del MD Anderson Cancer Center Madrid.

Los casos están aumentando y, aun así, no es un cáncer que genere titulares o inquietud entre la población. El doctor De Santiago señala que esta falta de visibilidad se debe, entre otros factores, a que “su pronóstico, en la mayor parte de los casos, es excelente. Además, mientras el cáncer de cuello de útero es mucho más conocido debido a los programas de vacunación o a su relación con enfermedades de transmisión sexual, en el de endometrio no hay estrategias de prevención. Pero tiene una ventaja con respecto a otros tumores que no dan síntomas -como el de ovario-, el cáncer de endometrio sí suele dar la cara”.

CÁNCER DE ENDOMETRIO

  • Es el cuarto cáncer más frecuentemente diagnosticado en mujeres en España
  • Se estima que en 2024 se diagnosticarán más de 7.300 casos de cáncer de cuerpo uterino en España
  • La edad media del diagnóstico se sitúa entre los 55 y los 64 años
  • El 20% de los casos se diagnostican en estadios avanzados
  • El 17% de las pacientes en estadio IV sobreviven más de 5 años

¿Qué es el Endometrio?

El endometrio es el revestimiento mucoso que recubre el interior del útero. Este tejido es crucial para la reproducción, ya que se prepara cada mes para recibir y nutrir un óvulo fertilizado. Si no ocurre la fertilización, una capa del endometrio se desprende durante la menstruación.

Cáncer de Endometrio

El cáncer de endometrio es un tipo de cáncer que se origina en el revestimiento interno del útero. Es uno de los tipos más comunes de cáncer ginecológico y generalmente se presenta en mujeres postmenopáusicas, aunque también puede afectar a mujeres más jóvenes.

Fuente: Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), American Cancer Society y estudios de Abu-Rustum N, et al; Baker-Rand H, et al; Evrard C, et al; iBarretina-Ginesta MP, et al, y Dörk T, et al.

Se estima que en 2024 más de 7.000 mujeres en España recibirán un diagnóstico de cáncer de cuerpo uterino. Son, en su mayoría, mujeres posmenopáusicas, pues se trata de un tumor mucho más frecuente en esta etapa de la vida. Y, como indica el doctor De Santiago, suele avisar de su presencia: “El síntoma fundamental es el sangrado, por lo que cualquier mujer en la menopausia que comience a sangrar, o que tenga flujo sanguinolento, debe consultar al ginecólogo. Es más difícil detectarlo en mujeres jóvenes, ya que este sangrado anormal se suele confundir con algún desarreglo en la menstruación, pero también es cierto que se trata de un tumor mucho menos habitual durante la vida fértil”.

El diagnóstico suele realizarse en la consulta ginecológica. Allí, explica el doctor De Santiago, se hace una ecografía transvaginal. La primera señal de alerta suele ser un endometrio engrosado, y, ante la sospecha, se hace una histeroscopia [un procedimiento médico que permite ver el interior del útero] y se toma una muestra de tejido para hacer una biopsia″.

Si el resultado de esta biopsia confirma la presencia de cáncer de endometrio, se deriva a la paciente a ginecología oncológica. “Una vez que tenemos el nombre y apellidos del tumor, se decide el abordaje terapéutico a través de un comité de tumores en el que diferentes especialistas valoran el caso y los pasos que hay que dar a continuación”, expone el doctor Andrés Redondo, jefe de Sección de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y secretario del Grupo de Investigación en Cáncer Ginecológico (GEICO). “Se hace un estudio de extensión y todas las pruebas de imagen necesarias para valorar si está localizado o si se ha extendido a otras zonas del cuerpo en forma de metástasis″.

Cuando un tumor está localizado y en una fase inicial, es frecuente que la cirugía sea la primera opción de tratamiento. “Habitualmente, se extirpa el útero, los ovarios y las trompas, y se hace un estudio del ganglio centinela. Después, nuevamente el patólogo analiza la situación y se valora en el comité de tumores si es preciso dar radioterapia y, en su caso, también quimioterapia″.

TRATAMIENTOS

Cirugía. La histerectomía total con salpingooforectomía bilateral (extirpación de útero, ovarios y trompas) es el tratamiento estándar para la mayoría de los casos de cáncer de endometrio. 

Radioterapia. Se utiliza como tratamiento adyuvante para reducir el riesgo de recurrencia, especialmente en pacientes con factores de alto riesgo. Puede ser externa o braquiterapia (radiación interna).

Quimioterapia. Se reserva generalmente para casos de cáncer de endometrio en etapas avanzadas o recurrentes.

Terapia hormonal. Puede ser efectiva en ciertos tipos de cáncer de endometrio que expresan receptores hormonales. Se utiliza a menudo en mujeres jóvenes que desean preservar la fertilidad o en casos de recurrencia.

Terapias dirigidas e inmunoterapia. Los avances recientes en la oncología han introducido estas opciones para ciertos casos.

Fuente: Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos

Hay cánceres de endometrio que se pueden curar solo con la cirugía. “Dependerá de sus características, nivel de agresividad, si los ganglios están o no afectados, o si se han producido o no metástasis… Hoy tenemos herramientas para determinar si se trata de casos de bajo riesgo en los que la cirugía sería suficiente. Es importante transmitir que la mayor parte de las pacientes con una enfermedad localizada se van a curar con un tratamiento quirúrgico, al que podrá añadirse o no, dependiendo de cada caso, los tratamientos complementarios de radioterapia y quimioterapia. Es fundamental conocer bien las características del tumor para seleccionar la mejor estrategia″.

Este análisis es la clave del éxito del tratamiento. Y ahí es donde juegan un papel fundamental los patólogos, que son los encargados de poner ese nombre y apellidos al tumor. En este sentido, el doctor Xavier Matias-Guiu, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida y Hospital Universitario de Bellvitge, y presidente electo de la Sociedad Europea de Patología, señala que “son muy importantes una serie de parámetros microscópicos y moleculares que van a permitir orientar al oncólogo a la hora de individualizar el tratamiento″.

Hasta hace unos años, los patólogos clasificaban el cáncer de endometrio al microscopio. “Pero en los últimos 10 años ha habido una revolución desde la perspectiva de la biología molecular, que ha permitido que ahora hagamos una clasificación mucho más compleja”, destaca Matias-Guiu. Esta clasificación permite afinar para conocer la agresividad de ese tumor y, también, la mejor o peor respuesta a un tratamiento u otro. “La clasificación molecular y los biomarcadores que se han ido incorporando nos permiten cada vez más realizar un enfoque terapéutico individualizado para cada paciente″, añade.

CLASIFICACIÓN MOLECULAR DEL CÁNCER DE ENDOMETRIO

La forma de clasificar el cáncer de endometrio ha evolucionado significativamente gracias a los avances en la investigación del genoma. Actualmente, se reconocen cuatro principales subtipos moleculares cada uno con características y pronósticos diferentes, a partir de la detección de mutaciones en el gen POLE, el análisis de las proteinas MMR y la detección de mutaciones subyacentes en el gen supresor TP53.

Fuente: Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y estudios de Leon-Castillo A, et al; Arciuolo D, et al, y Oaknin A, et al.

De esta manera, continúa el doctor De Santiago, “vemos cómo hay algunos tumores que, aun siendo agresivos, tienen buen pronóstico porque generan muchos antígenos que hacen que sea la propia paciente la que se “defienda” de su tumor sin necesidad de más tratamiento que el quirúrgico″.

Es decir, la clasificación molecular del cáncer de endometrio ayuda a decidir la intensidad del tratamiento y cuál es el ideal. “Y, en los próximos años, habrá aun más grupos, más subtipos, lo que permitirá afinar aún más el tipo de terapia más acertada, algo que tiene especial importancia en los cánceres de endometrio avanzados o metastásicos”.


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