Dejad de vendernos píldoras anticonceptivas milagrosas: no cuela
Algunas clínicas ofrecen el último grito: una que además de prevenir embarazos puede alargar la vida fértil
La edad media en la que las mujeres tienen hijos se ha retrasado en las últimas décadas en los países occidentales. En España, por ejemplo, ha pasado de los 25 años en 1971 a los 31 en 2015, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Como la vida fértil de las mujeres es limitada —desde el inicio de la menstruación hasta la menopausia— y con el tiempo los óvulos van perdiendo la capacidad de ser fecundados, la medicina ha desarrollado tratamientos como la criopreservación para poder conservar estas células en mejor estado durante más tiempo.
Este procedimiento cuesta varios miles de euros, por lo que es de difícil acceso para muchas mujeres. Por eso, sería una gran noticia que un fármaco pudiera alargar la vida fértil de las mujeres, además de funcionar como anticonceptivo mientras no se desee tener hijos. Es lo que apunta un reciente estudio de la Shiga University of Medical Science (Japón). Se trata del dienogest, un medicamento tipo progestágeno —hormona cuya función es mantener el embarazo, parecida a la progesterona—, que hace las veces de píldora anticonceptiva cuando se combina con estrógenos y por sí sola se utiliza para tratar los síntomas de la endometriosis (cuando las células del revestimiento del útero crecen fuera de su ubicación habitual).
"Este fármaco tan solo tiene dos usos clínicos reconocidos: como anticonceptivo y para tratar la endometriosis", Mercedes Herrero Conde (ginecóloga de Gine4 en HM Hospitales)
La investigación ha concluido que su uso "frena de forma significativa el desgaste de folículos primordiales —que son las estructuras en las que se almacenan los óvulos en los ovarios— y bloquea la ovulación". De ahí que haya clínicas de reproducción asistida que promocionen el fármaco como una opción para permitir retrasar la maternidad de algunas mujeres de forma natural y sin necesidad de recurrir a la reproducción asistida.
Para la investigación, los expertos administraron 16 inyecciones subcutáneas consecutivas de cinco miligramos de dienogest disueltos en aceite de maíz a los roedores cada cuatro días. En los resultados observaron que los que habían sido tratados con este fármaco tuvieron más crías que los que recibieron las dosis. También detectaron un mayor número de folículos primordiales, lo que indicó —según el estudio— que eran más fértiles.
Sin embargo, antes de celebrar los hallazgos, cabe aclarar que los científicos japoneses llevaron a cabo su experimento únicamente en ratones y la eficacia del dienogest como método para alargar la fertilidad no se ha probado en humanos. Por esto, sentencia Mercedes Herrero Conde, ginecóloga de Gine4 en HM Hospitales: "Aún no se puede contemplar como una opción para alargar la fertilidad". Hasta no no se demuestre esta evidencia en las mujeres, concluye la experta, "este fármaco tan solo tiene dos usos clínicos reconocidos: como anticonceptivo (cuando es asociado a estrógenos) y para tratar la endometriosis".
Por tanto, de momento, "la mejor opción a día de hoy es la vitrificación de óvulos: conservarlos para poder fecundarlos in vitro más tarde", asegura. Una opción con cada vez más demanda en España, uo de los países donde las mujeres son más mayores.
"La edad ideal [para tener hijos] sería hasta los 35 años", explica, aunque matiza: "Hay que considerar muchos más factores que los biológicos: individualizar es la clave. Una mujer sana podría intentarlo hasta los 43 años, aunque los riesgos de alteración fetales crecen con la edad, aunque se trate de una mujer sana. Para las técnicas de reproducción asistida no hay límite de edad por ley, pero el consenso es no hacer ciclos más allá de los 49 años".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.