Es un tipo de Lager y, según aclara la Guía para descubrir las mejores cervezas artesanas (geoPlaneta, 2018), se creó en la ciudad de Pilsen (República Checa), en 1842. Pero que sus casi dos siglos de vida no nos engañen: es una de las cervezas más jóvenes que existen (esta bebida ya era popular en la primera dinastía egipcia, entre el 3050 a.C. y el 2890 a.C.).
Esta una variedad "se fabrica con un agua muy ligera", dice Bartolomé, lo que hace que tenga un aspecto claro y suave. De color rubio dorado y con reflejos brillantes, la Pilsner es una cerveza refrescante y con poco alcohol, "lo que la hace tan apetecible", apunta la experta.
Y no hay que tomarla sola. Si lo que queremos es acompañarla con algo de picar, desde Cerveceros de España aseguran que combina bien con alimentos ácidos y amargos, con picantes y platos especiados, con pescados y mariscos, agridulces y sabores orientales, e incluso con los fritos. Vamos, casi con cualquier comida.