
Basta con conocer estos tipos de cerveza para salir indemne de cualquier encerrona 'hipster'
Es muy fácil mandan dos grandes grupos y uno de ellos es perfecto para el chuletón

A los españoles nos gusta la cerveza. Lo demuestran los datos de consumo que publica cada año Cerveceros de España: en 2017, rondó los 40 millones de hectolitros (casi seis millones más que el año anterior). Es decir, en todo el año, nos bebimos unas 20 mil millones de cañas —una y media al día por habitante mayor de edad en vasos de 20cl aproximadamente— y muchas (un 14,7% del total) fueron sin alcohol.
Más allá de que nos guste una caña bien tirada y de pensar equivocadamente que si nos pasamos vamos a engordar (no, ni engorda ni saca tripa), es probable que sepamos poco de su elaboración, categorías y tipos. "En el mundo de la cerveza es fácil perderse", reconoce Felisa Bartolomé, presidenta de la Fundación Benéfico Docente de la Escuela Superior de Cerveza y Malta (ESCYM). Contamos con su ayuda para poder entender este mundo —que parte de dos grandes clasificaciones, Lager y Ale, y sus principales subtipos, y para poder mantener una conversación de 'postureo' cervecero con ese amigo al que le ha dado por probar una artesana cada fin de semana.

Lager es una de las dos grandes clasificaciones de esta bebida y las cervezas que se engloban en esta son las más populares: son las más consumidas tanto en España como en el resto de países del mundo, explica Bartolomé, quien añade que "suponen el 90% de las cervezas que se beben".
Su nombre viene del término alemán lager, que significa almacén. Y es que este tipo de cerveza, dicen desde la Asociación de Cerveceros de Europa, debe estar almacenada a bajas temperaturas durante largos periodos de tiempo para que desarrollen su sabor, aroma y cuerpo. Aunque solemos pensar en las rubias cuando hablamos de una Lager, lo cierto es que pueden ser desde doradas hasta negras: su color depende del tueste de la malta.
Lo que realmente diferencia una Lager de otros tipos de cerveza es su elaboración: están hechas con levadura de baja fermentación, lo que las hace "más finas", afirma la experta, y, por norma general, "suelen estar más filtradas".

Es un tipo de Lager y, según aclara la Guía para descubrir las mejores cervezas artesanas (geoPlaneta, 2018), se creó en la ciudad de Pilsen (República Checa), en 1842. Pero que sus casi dos siglos de vida no nos engañen: es una de las cervezas más jóvenes que existen (esta bebida ya era popular en la primera dinastía egipcia, entre el 3050 a.C. y el 2890 a.C.).
Esta una variedad "se fabrica con un agua muy ligera", dice Bartolomé, lo que hace que tenga un aspecto claro y suave. De color rubio dorado y con reflejos brillantes, la Pilsner es una cerveza refrescante y con poco alcohol, "lo que la hace tan apetecible", apunta la experta.
Y no hay que tomarla sola. Si lo que queremos es acompañarla con algo de picar, desde Cerveceros de España aseguran que combina bien con alimentos ácidos y amargos, con picantes y platos especiados, con pescados y mariscos, agridulces y sabores orientales, e incluso con los fritos. Vamos, casi con cualquier comida.

Lager especial: aunque también es dorada, tiene un tono más oscuro que la Pilsner. Sus reflejos tienen un tono ámbar y su espuma es más cremosa. Para un buen maridaje, sirven las mismas recomendaciones que con la Pilsner.
Lager extra: aún más oscura —color oro viejo con reflejos cobrizos, explican desde Cerveceros de España—, su aroma y su sabor están marcados por el tueste de la malta. Lo ideal, si queremos acompañarlas de algo de comer, es elegir buenas carnes o una tabla de quesos.

La otra gran clasificación de tipos de cerveza: las Ale, que a diferencia de las Lager, se elaboran con levadura de alta fermentación. Esto las hace "muy aromáticas y, normalmente, de aspecto turbio", aclara Bartolomé. Sobre sus colores, también podemos encontrar un amplio abanico: desde el rubio claro (como la Pale Ale) hasta el rojo (como la Red Ale).
Por cierto, para acompañarlas, no hay nada mejor que un buen chuletón.

Las siglas de este tipo de Ale vienen del inglés Indian Pale Ale y fue elaborada por primera vez en el siglo XVIII, cuando, tras fracasar en varios intentos de llevar las Ale a la India, los británicos decidieron "añadir más lúpulo, que le da un sabor más amargo y ayuda a que se conserve más tiempo", explica Bartolomé.
Como ocurre con las demás clasificaciones, su color varía según el tueste de la malta. Por lo que puede haber IPA rubias y otras (como la conocida Red IPA) más oscuras y con tonos cobrizos. Su aroma y su sabor amargos la convierten en un buen acompañante de platos especiados y picantes.

Porter: nació en Londres como una mezcla entre tres tipos de Ale y, según la sabiduría popular, recibe su nombre por haber sido muy cotizada entre los porteros de la capital inglesa, que recibían parte de sus pagas en cerveza, cuenta la Guía para descubrir las mejores cervezas artesanas (geoPlaneta, 2018). Hecha con malta muy tostada, tiene tonalidades oscuras (marrón o negra) y es densa y fuerte.
Stout: desciende de la Porter, aunque es más seca, oscura y con más cuerpo, dicen los cerveceros europeos. Aunque también tiene su origen en Londres, la más conocida es irlandesa: la Guinness.
Para acompañarla con algo de comer, desde Cerveceros de España recomiendan una tabla de queso o chocolate. Eso sí, que sea negro, que es el que es bueno para la salud.