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La fiesta de Bill Gates para que el mundo mire a la juventud africana

El evento anual Goalkeepers del matrimonio Gates resalta la importancia de los jóvenes como agentes de cambio y lucha contra la pobreza

DJ Switch, ghanesa de 10 años, pincha música en el inicio del encuentro The Goalkeepers 2018 en Nuev York.
DJ Switch, ghanesa de 10 años, pincha música en el inicio del encuentro The Goalkeepers 2018 en Nuev York.Getty para la Fundación Gates
Lola Hierro

Durante la semana en la que se celebra la 73ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, los ánimos y las intenciones son tan contradictorios como el clima, donde en las últimas 24 horas se ha pasado de la lluvia y el frío al calor y un bochorno asfixiante. En la misma sede de la ONU, en Manhattan, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escandaliza la mundo con sus ataques a China e Irán, y lanza mensajes en contra de la globalización, el consenso y los organismos internacionales en general. Al mismo tiempo, filtantropos, activistas y personas con más o menos poder y dinero, pero con ganas de construir en común, están llevando a cabo decenas de actividades y cerrando acuerdos por todas partes: dentro de las Naciones Unidas, como el pacto global por los refugiados, o fuera, como un encuentro sobre innovación para tratar la tuberculosis u otro para presentar tecnologías y personas que están liderando el desarrollo global.

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Una de tantas se ha celebrado este miércoles a solo 500 metros de la torre Trump, símbolo de poder del magnate en esta ciudad. Se trata del encuentro The Goalkeepers 2018, un ciclo de conferencias y entrevistas con personajes prominentes que la Fundación Gates ha organizado por segundo año consecutivo para lanzar un mensaje de optimismo, esperanza... y urgencia: los jóvenes tienen que tomar las riendas y no ser solo beneficiarios de las mejoras del mundo, sino también artífices del cambio para lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible comprometidos por la ONU en 2015.

El matrimonio Gates no suele quedarse solo en las palabras y, como era de esperar, han anunciado nuevas alianzas —con dotación económica incluida— para hacer un poco más cercana su meta. En esta ocasión se han presentado tres proyectos distintos o "aceleradores" pensados para catalizar el progreso hacia los ODS ofreciendo financiación y apoyo en tres frentes: alfabetización, protección de las niñas y acceso a la tecnología.

El primer acelerador se llama Acción por la juventud y es una herramienta para chicos y chicas de entre 18 y 35 años que deseen obtener y utilizar datos para responsabilizar a los líderes públicos, privados y gubernamentales por el logro de los ODS. Dirigido por Civicus y la Fundación Gates, y con un comité asesor compuesto por representantes de la Fundación Obama, el Instituto George W. Bush entre otros, este acelerador proporcionará apoyo, orientación y financiación de hasta 30.0000 dólares por persona a 30 jóvenes. Las solicitudes estarán abiertas hasta el 31 de octubre y los participantes serán anunciados en noviembre.

El segundo acelerador servirá para aumentar la alfabetización en la infancia, y para ello trabajará Room to Read, una organización sin fines del lucro que trabaja por la educación de las niñas en África y Asia. Se realizará en Sudáfrica, Vietnam e India, y la idea es inculcar a los estudiantes el hábito de la lectura gracias a una inversión de 3,5 millones de dólares de varios socios. La meta: beneficiar en tres años a 1,1 millones de niños.

Por último, se ha presentado Girls First Fund (Fondo las niñas primero), una nueva asociación colaborativa para acabar con el matrimonio infantil, una práctica por la que pasan unos 12 millones de pequeñas cada año. Los donantes y las organizaciones que la implementarán, con la importantísima Girls Not Brides en cabeza, identificarán a las organizaciones locales más prometedoras que estén en esta lucha y les proveerán de ayuda.

Estos tres nuevos aceleradores se unen ya a los cuatro lanzados el año pasado. En aquella ocasión, las prioridades fueron la salud global, la inclusión financiera, la igualdad de género y la nutrición.

Durante el encuentro se han anunciado tres nuevas alianzas para invertir en alfabetización, protección de las niñas y acceso a la tecnología

Es un mensaje muy línea con el informe publicado hace una semana por la propia Fundación, el cual resalta la imperiosa necesidad de invertir en la salud y educación de las nuevas generaciones de África para reducir la pobreza extrema, y también con la primera estrategia por la juventud de la ONU, lanzada el pasado lunes en la sede de las Naciones Unidas, que pretende que en 2030 todos los jóvenes entre 10 y 24 años estén estudiando o tengan un empleo digno.

En esta ocasión, Bill Gates se ha vuelto a apoyar en los datos para explicar a los asistentes con sus propias palabras la urgencia de su llamado. Primero, algo de contexto sobre el cambio en la localización geográfica de la pobreza, que antes se centraba en Asia pero en las últimas décadas se ha desplazado a África subsahariana a causa de dos oleadas de crecimiento económico que permitieron a China e India mejorar sustancialmente. "Si se cumplen las previsiones, en 2050 el 90% de los pobres absolutos [los que viven con menos 1,90 dólares al día] estará en África subsahariana", ha advertido el filántropo. Porque el 60% de su población tiene menos de 25 años, porque de aquí a 2050 se prevé que la región doble el número de su población y porque en estos países la reducción de la pobreza se ha ralentizado ya que el crecimiento de las últimas décadas no ha sido tan inclusivo como en otras partes del mundo, según los análisis más recientes del Banco Mundial.

Premio a tres jóvenes ejemplares

En el marco de la conferencia Goalkeepers, la Fundación Gates también premia cada año a personas que han destacado por su trabajo para acercar a la humanidad al logro de los ODS. Los elegidos de esta edición han sido:

En la categoría de mejor campaña, Amika George, fundadora de #FreePeriods, una iniciativa para que las compresas y tampones sean gratuitas, especialmente para las niñas que no pueden pagarlas.

El premio al progreso se lo llevó Dysmus Kisilu, fundador de Solar Freeze. Se trata de una herramienta que está llevando energías renovables a pequeños campesinos de Kenia para incrementar su productividad.

El galardón a la agente de cambio fue para Nadia Murad, una mujer yazidí que estuvo secuestrada por el autodenominado Estado Islámico y que hoy da voz a las víctimas del genocidio sufrido por su comunidad.

En el evento vespertino participaron la primera ministra de Noruega Erna Solberg, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, el matrimonio Gates y el cantante británico Ed Sheeran.

"Los países de la región necesitan invertir en capital humano, en su gente, para evitar esto. Si progresamos, pasaremos de los 381 millones de pobres que hay actualmente a 229 millones, pero si no, la cifra puede ascender hasta 441 millones de personas", ha alertado Gates. "Hace falta una tercera oleada de crecimiento, pero en África". Y en esa oleada que reclama Gates, están los jóvenes: 1.800 millones de personas de entre 10 y 24 años en todo el mundo con sed de conocimiento, de cambio y de prosperidad tal y como han demostrado todos los invitados que han pasado por el escenario de este encuentro. "Esta generación, tu generación, está repleta de expertos, de activistas, de consejeros. No necesitas el permiso de nadie para empezar; os estáis formando entre vosotros, os estáis organizando, os estáis empoderando", ha animado Melinda Gates.

Mucho que decir

Muy acorde con la filosofía positiva de los Gates, el evento se ha desarrollado en un ambiente muy festivo donde no han faltado vídeos, música y actuaciones en directo y la voz de numerosas personalidades. Ha sido una reunión para hablar de grandes problemas, pero también de grandes soluciones. El invitado estrella de esta edición ha sido el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que ha abierto la jornada junto a la jovencísima DJ Switch, una niña ghanesa de 10 años que ha puesto música desde sus platos a la inauguración de la jornada. En su discurso, Macron ha destacado como sus prioridades para acabar con la pobreza la educación, la salud y la lucha contra el cambio climático, y ha mencionado varias veces el problema de desigualdad de género que persiste en la sociedad, tanto en África como en Europa. Interpelado por Bill Gates acerca de su mejor consejo para la juventud no ha vacilado: "El futuro de los jóvenes africanos no es abandonar África. No es querer convertirse en europeos de los ochenta, sino en ciudadanos africanos del siglo XXI. Esto no va de ayudar, no podemos decidir nosotros en lo que se va a convertir la juventud africana, lo tienen que decidir ellos".

El futuro de los jóvenes africanos no es abandonar África

Emmanuel Macron, presidente de Francia

Otros participantes han sido el presidente de Sierra Leona, Julius Bio, que ha reconocido que su país se ha quedado atrás en la utilización de su capital humano para desarrollarse. Con una epidemia de Ébola que diezmó su economía y su población, y con un bajísimo índice de desarrollo humano (está en el puesto 184 de 189), el presidente se ha justificado: "No puedes hacer políticas sin dinero". No obstante, ha anunciado que desde el año pasado, la educación primaria en todos los colegios públicos es gratuita, al igual que los uniformes y libros de texto. "En este país hay muchas personas que no logran reunir en un año los 20 dólares que cuesta la matrícula. Así no es de extrañar que los niños acaban abandonando la escuela".

El premio nobel de la Paz Kailash Satyarthy, la defensora por los derechos de la mujer Graça Machel o la actriz y activista Uzo Aduba han pasado por un escenario tomado buena parte del tiempo por los desternillantes cómico y guionista Stephen Frye y Richard Curtis, pero sobre todo han sido escuchadas personas más jóvenes con mucho que decir: el rapero keniano King Kaka ha avisado de que el progreso sin ellos no es posible; la abogada Trisha Shetty, fundadora del movimiento She Says India, ha apoyado el alegato y la doctora de 28 años Johanni Bewa, nombrada una de las líderes juveniles de la ONU, ha contado cómo su activismo empezó cuando a los 11 años su mejor amiga murió por un aborto tras un embarazo no deseado.

El mundo de la academia también ha aportado ejemplos de cómo los jóvenes emplean la tecnología para el progreso. Por ejemplo, el doctor Karim Bougma y su escáner para averiguar el estado nutricional de un niño (ejemplo en vivo incluido con la hija de cuatro años del presentador de la gala, el sierraleonés David Sengeh, jefe de innovación del Gobierno sierraleonés). O la charla de William Wu para dar a conocer su trabajo en SoilAfrica y la importancia de cuidar los suelos para reducir la pobreza.

Y ya casi al cierre de esta reunión de optimistas, las palabras de Graça Machel sobre su esposo, Nelson Mandela, han servido para condensar el mensaje que los mayores intentan pasar a los que vienen a tomar el relevo: que ellos y ellas pueden ser el próximo Mandela, o Martin Luther King, o  Malala o quienes quieran ser: "Nelson fue un hombre joven y ordinario que simplemente, como tú, abrazó una causa. Vosotros también tenéis el poder de lograr el cambio".

Esta cobertura ha sido posible gracias a la ayuda de UN Foundation.

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Sobre la firma

Lola Hierro
Periodista de la sección de Internacional, está especializada en migraciones, derechos humanos y desarrollo. Trabaja en EL PAÍS desde 2013 y ha desempeñado la mayor parte de su trabajo en África subsahariana. Sus reportajes han recibido diversos galardones y es autora del libro ‘El tiempo detenido y otras historias de África’.

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