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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

La gallina

Era gorda y había hambre, pero Rita decidió no comérsela

Rita Makasa muestra los huevos que pone su gallina.
Rita Makasa muestra los huevos que pone su gallina.Cruz Roja

Rita Makasa, de 39 años es madre de cinco hijos: cuatro niños y una niña. Antes, la salud de sus hijos no solía ser muy buena. Especialmente la del último de ellos, que sufría malnutrición.

Pero Rita es una de las beneficiarias del proyecto Secal de Cruz Roja en la ciudad de Bandundu (República Democrática del Congo) y eso ha cambiado su vida, su salud y la de sus hijos. Antes de la llegada de este proyecto le era muy difícil consumir ciertos alimentos pero ahora el pollo, por ejemplo, forma parte de su cotidianidad.

Makasa recuerda que antes de que comenzara el proyecto tenía ciertas dudas al respecto. Hubo otros proyectos que llegaron a la ciudad de Bandundu, pero las promesas nunca se materializaron.

Hace unos meses, pudo recibir una gallina de carne de raza mejorada, en principio, destinada al consumo. Sin embargo, ella no quiso consumirla sino que quiso criarla y poder multiplicar sus huevos. Ha tenido algunas dificultades para la cría, en cuanto a la alimentación, el tratamiento de enfermedades, y el robo y los celos de sus vecinos. Aún así, no se desanimó. Nunca antes había criado gallinas, pero aprendió a hacerlo y siguió adelante.

Cuando trajo la gallina a casa, su marido y sus hijos querían comérsela, porque hacía mucho tiempo que no habían comido pollo y porque nunca habían visto una gallina de un tamaño tan grande. Rita hizo un esfuerzo de persuasión que dio sus frutos: 141 huevos y un montón de pollitos.

De los huevos que obtiene Rita, una parte los distribuye a algunas vecinas y otros los vende. Distribuye porque quiere aumentar y multiplicar estas gallinas y que, en el futuro, haya una gran variedad de pollos en la ciudad de Bandundu y el consumo sea normal.

Está muy contenta porque hoy en día puede ayudar en su casa, y también puede ayudar a los demás. Justo antes de la entrevista, ha vendido unos huevos por 3.500 francos congoleños y este dinero puede ayudarle a pagar los costes de escolarización de sus hijos.

Si ella piensa hoy en lo que el proyecto Secal representa para ella, nos dice que es algo que permite a las mujeres trabajar bien para mantenerse a sí mismas.

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