Cambio casa por vacaciones
Es una opción que cada día cuenta con más adeptos dentro y fuera de nuestras fronteras. Está considerado un sistema ideal para conocer mundo y disfrutar de unas vacaciones a bajo precio
En los países anglosajones funciona desde los años 50, cuando unos profesores de universidad comenzaron a intercambiar sus casas. Sin embargo, llegó a España medio siglo más tarde y solo ha empezado a popularizarse en los dos últimos años. “Ya somos el segundo país europeo con más ofertas de casas y el tercero a nivel mundial, por detrás de EE UU y Francia. A grandes rasgos, el español que utiliza estas plataformas busca vivir como la gente local y conocer más de cerca su cultura y costumbres”, explica Virginia Díaz, directora de IntercambioCasas.com para España.
A la hora de escoger destino, el turista español aficionado a esta opción se decanta por visitar capitales europeas como París o Londres, aunque Virginia Díaz advierte de que esto está cambiando. “En los últimos tiempos hay un gran auge de nuevos destinos, como Berlín, Ámsterdam o las ciudades nórdicas, así como un notable incremento de las escapadas rurales, sobre todo con niños. Si hablamos de cruzar el charco, Nueva York es la más solicitada, seguida muy de cerca por San Francisco y Los Ángeles”. El tiempo de este intercambio es muy variable, desde un fin de semana hasta largos plazos vacacionales, en función del acuerdo al que lleguen ambas partes. Según una encuesta de la empresa Homeaway, el mes preferido por los usuarios es agosto, con un 47,5%, seguido de julio (25,3%) y septiembre (13,1%).
Intercambios ilimitados
¿Cómo funciona esta modalidad? Todas las webs son similares, a excepción de algunos servicios que pueden sufrir modificaciones. Por regla general, solicitan una cuota anual que oscila entre 60 y 100 euros, aunque se puede encontrar alguna oferta por periodos inferiores. Una vez se paga, el acceso a la información de la web es ilimitado, al igual que el número de intercambios que se lleven a cabo. Para garantizar que los inquilinos hagan un correcto uso de la vivienda, es importante ofrecer en la web la mayor información posible sobre ella, desde el número de habitaciones y cuartos de baño hasta si se puede fumar, si es necesario regar las plantas o si la puerta se atranca y hay truco para abrirla. También es imprescindible dejar constancia de las fechas disponibles y un listado de los destinos en los que uno está interesado. El proceso hasta alcanzar un acuerdo para un intercambio requiere un poco de paciencia, ya que, al implicar varios cruces de correos electrónicos y de llamadas, suele rondar los tres meses.
La cuota anual ahuyenta a curiosos e indeseables, pero no es la única medida con la que cuentan estas empresas para garantizar la confidencialidad de los usuarios. “Nuestra política impide que en el portal se pueda ver una dirección de correo electrónico, un número de teléfono o cualquier dato de este tipo hasta que la otra parte interesada da su aprobación”, explica Virginia Díaz. Juan Carlos Tavero, director de vacacionesdeintercambio.com, añade: “Cuando se llega a un grado de entendimiento es esencial usar otros canales además del escrito, como el teléfono, Skype o incluso Facebook. Este último, por cierto, puede servir para contrastar el perfil de la persona, ya que por lo general lleva creado más tiempo”.
Evitar sorpresas
Aunque no existe un decálogo explícito acerca de las normas a seguir, sí entran en juego una serie de conductas basadas en el respeto a las propiedades ajenas. “Conviene hacer un modelo de intercambio y firmarlo. En este quedan reflejados todos los datos, desde la dirección completa del inmueble hasta cómo se va a proceder a la entrega de llaves o si incluye además un préstamo de vehículo. Podríamos decir que es la garantía para que las dos partes estén de acuerdo y no haya sorpresas”, señala Díaz.
En la clasificación de las más utilizadas, encontramos en primera posición IntercambioCasas.com, la versión española de la americana homexchange.com, famosa por la película The Holiday, con Cameron Diaz. Sus puntos fuertes son que, por un lado, ofrece un seguro para posibles daños en el hogar o cancelaciones de viaje y, por otro, cuenta con dos tipos de intercambio: el de casas y el de hospitalidad. En el primero, se intercambian los hogares mientras que en el segundo conviven ambos en la misma vivienda por un tiempo, bien por problema de fechas o bien porque la persona quiere compartir la casa a su manera. Como afirma Virginia Díaz, “esta segunda opción es la menos solicitada”.
La página líder en varios países de Europa es homeforhome.com, que pone a disposición de sus usuarios más de 38.000 casas. Por su parte, la peculiaridad que ofrece guesttoguest.com es que es una red social que incluye el sistema GuestPoints, que permite organizar intercambios no recíprocos adonde se quiera y cuando se quiera. Las webs knok.com y familinktravel.org están especializadas en viajes con niños y potencian las guías de ciudades con direcciones interesantes para ellos. Por su parte, vacacionesdeintercambio.com ha sido la última en unirse a esta lista. Apenas tiene un año de vida, pero las críticas que ha recibido la han situado entre las mejores. “Estamos especializados en intercambios nacionales”, recalca Juan Carlos Tavero.
Otras alternativas igual de caseras
Ecoviviendas en alquiler. Airbnb, Homeaway y Homelidays son las webs más conocidas para el alquiler de casas en todo el mundo. En los últimos tiempos el incremento de peticiones para inmuebles ecológicos ha provocado que estas páginas aumenten tanto la oferta inmobiliaria como las noticias y los artículos relacionados con el tema. “Hemos habilitado un filtro específico para que los usuarios que buscan una casa de vacaciones tengan un acceso más directo a este tipo de ofertas. Hoy por hoy, el 7% de los anuncios que tenemos publicados en nuestra web de alquiler son alojamientos orientados al ecoturismo”, explica Laura Rivera-Casares, responsable comercial de Homelidays para España.
De sofá en sofá. La traducción literal de ‘couchsurfing’ es surf de sofá y consiste en poner a disposición de los usuarios el sillón de casa. El usuario ofrece el suyo y, a cambio, cuenta con otro en otra parte del planeta. Para formar parte de la comunidad couchsurfing.org es obligatorio crearse un perfil con foto y dar la mayor cantidad de datos posibles, ya que la persona que cede su espacio agradece estar informada de quién va a ser su inquilino. Actualmente, esta curiosa modalidad cuenta con más de 2,5 millones de usuarios en 245 países diferentes; en su mayoría, se trata de gente joven con espíritu aventurero.
Para amigos de amigos y cicloturistas. La web staysatfriends.com predica el lema “los amigos de mis amigos son mis amigos” y su objetivo es conectar sin gasto alguno a amigos de amigos interesados en intercambiar sus casas. Los cicloturistas también cuentan con su propia red, es.warmshowers.org, donde, a través de un mapa interactivo, pueden encontrar sitios para pasar la noche durante su viaje.
En Madrid, no habrá sofás
Cada vez son más las comunidades autónomas en España que plantean normas para regular las viviendas privadas que se ofrecen al alquiler turístico. La última en dar el puñetazo en la mesa ha sido la Comunidad de Madrid, cuyo Gobierno presentó el pasado mayo un borrador de decreto que estipula multas de hasta 300.000 euros para el alquiler turístico 'pirata'. Las viviendas que se presten a esta actividad deberán estar debidamente señalizadas, como las casas rurales en los pueblos. Y serán sometidas a un control regulador. Por otra parte, este borrador impide el aquiler por habitaciones o cualquier otra fórmula que segregue la vivienda. La polémica está servida.
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