Las comunidades autónomas cumplen por primera vez el objetivo de déficit
Los Ayuntamientos cierran 2017 con superávit por sexto año consecutivo
Las comunidades autónomas cerraron el año pasado con los menores números rojos desde que estalló la crisis, hace ya una década. Cumplieron el objetivo de déficit por primera vez desde 2006. Los Ayuntamientos encadenan seis años con superávits. El margen de estas administraciones territoriales ha servido al Gobierno para compensar las desviaciones de la Seguridad Social y, sobre todo, de la Administración central. Gracias a este colchón, España logró cumplir por primera vez con la meta de déficit impuesto por Bruselas. Cerró con un déficit del 3,07% del PIB, tres centésimas menos de lo exigido.
El sistema de financiación autonómica comienza a mostrar sus virtudes con el viento balsámico de la recuperación. El año pasado aportó a las comunidades autónomas casi tantos ingresos como en 2009, el año que más dinero percibieron estas administraciones hasta la fecha. Sobre este renovado caudal de ingresos se han apoyado los presidentes autonómicos para sanear a marchas forzadas sus cuentas regionales. La regla de gasto —un instrumento presupuestario que impide a las administraciones elevar el gasto más de lo que crece la economía— hace el resto.
Con este cóctel, las comunidades lograron hacer los deberes el año pasado por primera vez en más de una década. Cumplieron la meta de déficit público que les había dibujado Bruselas. Rebajaron sus números rojos hasta los 3.703 millones de euros, el equivalente al 0,32% del PIB. Es el menor descuadre presupuestario desde 2007. Incluso cuatro autonomías [País Vasco, Navarra, Canarias y Baleares] cerraron con números positivos, gracias en parte a que tres de ellas tienen un régimen fiscal especial.
Los Ayuntamientos tienen excedentes
Los Ayuntamientos también pueden presumir de cuentas saneadas. Llevan seis años consecutivos gastando menos de lo que ingresan. El año pasado su superávit ascendió a 6.812 millones, una cantidad que se corresponde con el 0,59% del PIB. Los excedentes de las corporaciones locales compensan los descuadres del Estado central.
Si las comunidades están cuadrando sus balances gracias a los ingresos extra del sistema de financiación, el Estado central lo hace mediante la contención de los gastos. Aún así, las administraciones que dependen del Gobierno —la central y la Seguridad Social— son las que suspenden en la tarea que les encomendó la Comisión Europea.
El Estado central registró un descuadre equivalente al 1,86% del PIB, casi ocho décimas más del objetivo. Y la Seguridad Social cerró con un desfase presupuestario del 1,48% del PIB, ligeramente por encima de la meta.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se excusa de esta gestión al explicar que él entiende que el conjunto de las administraciones públicas forman una misma caja. Si las comunidades y los Ayuntamientos cumplen, sostiene, es porque le llega más dinero que sale del Estado y viceversa. Por eso, al referirse a los problemas en las cuentas de la Seguridad Social, el ministro dijo que es un asunto “grave”, aunque insistió en que hay que “encuadrarlo” en el cumplimiento global del objetivo de déficit, según recoge Efe. No obstante, el ministro reconoció la buena labor de los alcaldes y presidentes autonómicos en su tarea de sanear las cuentas del sector público.
El saldo final del conjunto de las administraciones públicas arroja un déficit del 3,07% del PIB, en línea con lo adelantado por el presidente Rajoy la semana pasada. Con este dato presupuestario, España cumple por primera vez y sin que Bruselas suavice la meta con el objetivo, fijado en el 3,1%. Ahora queda por dilucidar si la Comisión Europea mantiene o no a España en el Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE), el brazo corrector para los países con desequilibrios superiores al 3% del PIB. Fuentes comunitarias no dudan de que España vaya a permanecer un año más bajo este instrumento de tutela. Es además, el único país que tras una década de crisis y cinco años de recuperación mantiene tantos desequilibrios. Por eso, reprochan al Ejecutivo de Rajoy que no haya aprovechado el buen momento económico para ajustar más las cuentas.
El ministro no quiso entrar al trapo de estas opiniones. Y evitó decir cuándo saldrá España de ese proceso corrector. No obstante, destacó la importancia de tener la “seguridad y la certeza” de que el déficit se situará “muy pronto” por debajo del 3%, lo que devuelve a España a la “senda de fiabilidad”. “Hemos demostrado que la reducción del déficit, que la política presupuestaria, es la llave maestra para el crecimiento de nuestro país, la creación de empleo y para el superávit por cuenta corriente en la balanza de pagos”, concluyó Montoro.
Ingresos vigorosos
Entre la batería de datos que ha desgranado el ministro de Hacienda destaca el de recaudación de impuestos del año pasado, cuando se ingresaron 198.101 millones de euros, la mayor cosecha desde 2007, en plena burbuja inmobiliaria y cuando la economía española alcanzó su cénit antes de la abrupta caída por la crisis financiera. Los ingresos por impuestos aumentaron un 6,4% respecto al año anterior, más de lo que creció la economía (un 3,1%).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.