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El tirón de la recaudación por impuestos acerca el cumplimiento del déficit público

La brecha entre gastos e ingresos públicos del Estado se reduce un 28,6% hasta julio

J. S. G.

La intensa recuperación se refleja en el buen momento que vive la recaudación de impuestos. Los ingresos fiscales crecen a un ritmo del 9,3% hasta julio. La inflación, el mayor gasto y la creación de empleo contribuyen a rellenar el depósito de las arcas públicas. El aumento de los ingresos reduce el boquete del déficit público. El desequilibrio presupuestario del Estado se redujo al 1,86% del PIB hasta julio, un 28,6% menos que el mismo periodo del año anterior.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Congreso. JuanJo Martín (EFE)

Aunque la brecha entre los gastos e ingresos públicos de la Administración central se están reduciendo a buen ritmo, este esfuerzo hay que medirlo relación con el objetivo de déficit marcado por Bruselas para este año. La meta presupuestaria para el Estado central es del 1,1% del PIB y del 3,1% para el conjunto de las administraciones públicas. El hecho de que el desfase presupuestario del Estado se haya reducido al 1,86% del PIB hasta junio es un buen síntoma pero no asegura el cumplimiento del objetivo.

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Las principales casas de análisis económico pronostican una ligera ralentización de la economía para el segundo semestre del año, lo que implica una suave desaceleración en los ingresos. Si el Estado no logra mantener el ritmo de reducción del déficit en los próximos meses tendrá complicado alcanzar la meta presupuestaria.

A favor del Ejecutivo central está que en los próximos meses tiene que recibir el grueso de la recaudación del impuesto de sociedades, con las nuevas medidas adoptadas a final del año pasado que debería incrementar la recaudación sustancialmente. También hay que considerar que la creación de empleo será más intensa a final de año conforme se acerque la campaña de Navidad, lo que supondrá una inyección adicional por el incremento de las retenciones del trabajo.

El Ministerio de Hacienda explica en un comunicado que el descenso del déficit hasta julio incluye el impacto en la liquidación del sistema de financiación de 2015 pagada a las comunidades autónomas en julio. En total supone 675 millones más que la liquidación pagada en el mismo mes del año anterior. Sin este efecto, la reducción del déficit hubiera sido aún más intensa.

El IVA el impuesto que más crece

La recaudación del IVA, que encuentra su combustible en el gasto, es la que más crece. La Agencia Tributaria explica en el último boletín estadístico, correspondiente a julio, que los ingresos del IVA subieron un 7,9% en los primeros siete años del año. En términos homogéneos (corregidos de los distintos ritmos de devolución, de la devolución del céntimo sanitario y de los aplazamientos de los entes públicos), la recaudación de este impuesto avanza a un ritmo del 9,3%, impulsado por la inflación y el auge del gasto de las familias y empresas.

A pesar de que Hacienda publicó ayer los datos presupuestarios de la Administración central correspondientes al mes de julio en esta ocasión ha retrasado unos días las cifras de las comunidades autónomas que suele difundir conjuntamente con las del Estado.

Ajuste del gastó público

En cualquier caso, las comunidades tienen al alcance de la mano cumplir este año con su objetivo de déficit. Puesto que este año el esfuerzo fiscal que tienen que realizar es mucho menor al de años anteriores y además contarán con más recursos por la mejora de las aportaciones del sistema de financiación.

La Seguridad Social también ha mejorado su saldo presupuestario hasta julio un 12% respecto al mismo periodo de 2016.

En cuanto al Estado, obtuvo unos ingresos de 99.329 millones de euros hasta julio, frente a unos gastos de 120.933 millones de euros. El ajuste se produce tanto por el fuerte aumento de la recaudación como por el sostenido recorte en el gasto público, que se redujo un 3,2% en el periodo. Esta rebaja de gasto se debe a la disminución de las transferencias que la Administración central realiza al Servicio Público de Empleo y a los Ayuntamientos. El Estado central también ha conseguido un ahorro en el gasto por intereses por la caída de los tipos de interés y ha reducido el capítulo de sueldos y salarios de los funcionarios porque el año pasado se devolvió parte de la paga extra pendiente de 2012. La bajada de los gastos corrientes, del 19,8%, también ha contribuido al ajuste presupuestario.

Además, el Gobierno central tiene congelados el resto de las partidas de gastos. Con esta fórmula al aumentar el PIB por la fuerza de la recuperación, el porcentaje de los gastos públicos cada vez es menor y resulta más fácil ajustar.

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Sobre la firma

J. S. G.
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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