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Rajoy lanza una amnistía fiscal en los Presupuestos más restrictivos

Los defraudadores pagarán un 10% por blanquear su dinero. El Gobierno prevé aflorar 25.000 millones. El impuesto de sociedades sube por la eliminación de deducciones

Carlos E. Cué
Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros donde se aprobaron los Presupuestos de 2012.
Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros donde se aprobaron los Presupuestos de 2012.GORKA LEJARCEGI

Al presidente del Gobierno le preocupa mucho más la prima de riesgo, la presión de Bruselas y la situación económica del país, pero las hemerotecas vuelven a jugarle una mala pasada. Primero llegaron las subidas de impuestos, después el abaratamiento del despido, ambas negadas en campaña. Este viernes Mariano Rajoy volvió a enmendarse a sí mismo al anunciar el Gobierno una gran amnistía fiscal para aflorar hasta 25.000 millones de euros defraudados a Hacienda. El Gobierno perdonaría los impuestos y las multas y recaudaría solo el 10% de ese capital blanqueado, 2.500 millones.

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En 2010, cuando Rajoy era líder de la oposición y se planteó la posibilidad de que el PSOE hiciera esta amnistía —nunca se llevó a cabo— él la definió como una “ocurrencia” que el PP no apoyaría en ningún caso. “Es impresentable que se dé una amnistía fiscal a aquellos que hayan defraudado a Hacienda”, llegó a decir Dolores de Cospedal, número dos del PP.

Pero la situación “crítica”, en palabras del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, “límite” según la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, lleva al Gobierno a poner en marcha esta amnistía fiscal que se acompaña del mayor recorte de gasto público de la democracia española —una caída de casi el 17% del gasto medio de los ministerios, 13.400 millones de euros— y una nueva y muy importante subida de impuestos centrada en las grandes empresas.

Montoro anunció la amnistía fiscal a toda velocidad, en el último minuto de su intervención inicial, y la justificó como una recomendación de la OCDE. Se limitó a recordar que otros países, como Italia o Reino Unido, la han practicado con éxito. Se podrá regularizar el dinero negro hasta el 30 de noviembre de este año y el Ejecutivo garantiza la confidencialidad.

Cuando otros países lo hacían y en España se especulaba con esa medida, en 2010, Rajoy era muy crítico: “Lo que España necesita para atraer financiación y capitales no es una amnistía fiscal, es confianza en la política económica del país y en el Gobierno”, sentenció. “Si se suben los impuestos a los ciudadanos y los que defraudan van a tener una amnistía, es injusto, antisocial y una barbaridad”, remató Cospedal. En el Gobierno, las cosas han cambiado mucho.

Los Presupuestos recortan 13.400 millones y suben impuestos a grandes empresas

La subida de impuestos anunciada este viernes también es muy relevante. Son otros 5.714 millones que se esperan recaudar, sobre todo con los 5.350 que llegarán gracias a la eliminación de todo tipo de deducciones a las grandes empresas, una medida que, según recordó Montoro, no se atrevió a implantar el Gobierno socialista, en principio ideológicamente más próximo a este tipo de cuestiones.

También hay importantes subidas de las tasas judiciales. Este gran aumento de impuestos se suma a los 6.200 millones de nueva recaudación que ya se anunciaron el 30 de diciembre. Montoro se ha convertido así en un ministro que en 100 días ha anunciado dos grandes subidas de impuestos, por un total de 12.300 millones de euros, lo contrario de lo que defendió toda su vida. El ministro se molestó mucho ante la pregunta de si había cambiado de idea ahora que está en el Gobierno, e insistió en que él no es ni mucho menos el ministro que más ha subido los impuestos en España.

Lo cierto es que Montoro, además de asumir el coste externo de ser la cara de las subidas de impuestos, ha conseguido, de momento, ganar su batalla interna más importante: no llegará, al menos este año, la subida del IVA que Europa pedía y algunos en el Ejecutivo preconizaban. “La amnistía fiscal no le gusta a nadie, pero entre eso y subir el IVA no hay color”, señalan fuentes del Ejecutivo.

Tanto Montoro como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, hicieron esfuerzos desde el primer momento para que los ciudadanos entiendan que España está en la mirada de toda Europa como un grave problema. La pregunta en ese sentido de un corresponsal holandés, cuya televisión emitía en directo la rueda de prensa, hizo cambiar rápidamente el tono de Santamaría. Montoro, eso sí, descartó que este agravamiento del recorte —hace un mes se dijo que sería del 12%, Rajoy habló del 15% el martes y se ha ido al 17%— vaya a endurecer la recesión prevista del 1,7% de caída del PIB.

El presidente condenó en 2010 la amnistía fiscal y dijo que él nunca la apoyaría

Los ministros y todo el Ejecutivo trasladan una enorme inquietud, aunque los nervios y la duración de la rueda de prensa hicieron que tanto Montoro como Santamaría se rieran en varias ocasiones. Eso sí, dejaron sin responder una pregunta clave: ¿A qué se enfrenta España si no cumple? ¿Puede ser intervenida? La vicepresidenta se limitó a señalar: “España va a salir adelante con su esfuerzo, va a cumplir el 5,3% sí o sí”. Es la fórmula que Rajoy utilizó hace unos meses para garantizar que él cumpliría el 4,4%.

El Gobierno está muy empeñado ahora, y también el PP, en recuperar el pulso, después de la huelga general y el fracaso en las andaluzas. Y lo va a intentar tratando de trasladar la idea, sin decirlo abiertamente, de que la amenaza de la intervención está ahí y no hay más opción que recortes brutales. El ministro de Exteriores, Juan Manuel García-Margallo, uno de los que más sufren los recortes en su ministerio, fue muy gráfico: “Son unos Presupuestos de guerra”.

El presidente Rajoy decidió de nuevo no comparecer para dar en persona las malas noticias de recortes y subidas de impuestos. Su agenda pública de la próxima semana, enviada este viernes, solo contempla una visita de un parlamentario alemán, por lo que es posible que no vuelva a hablar en público hasta después de Semana Santa.

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