ELECCIONES 2011
| El PP ante el poder
Las 212 páginas del programa electoral del PP, que se publicaron ayer en la web del partido, son una auténtica obra de orfebrería. Con un documento bien escrito y bien presentado, el equipo dirigido por Baudilio Tomé ha querido cuidar hasta la última palabra con un objetivo más que evidente: no dar miedo, no molestar.
Mariano Rajoy ha plasmado su idea de España y sus propuestas para salir de la crisis si gana las elecciones en un programa sin demasiadas concreciones. En los temas más controvertidos o sobre los que hay una especial sensibilidad social (mercado laboral, agua, aborto, energías, lengua) ha optado por compromisos imprecisos expresados a través de fórmulas ambiguas.
"España es una nación plural y diversa, de ciudadanos libres e iguales, con los mismos derechos en todo el territorio". Ese es el principio básico que Mariano Rajoy enuncia sobre política territorial en su libro En confianza. Pero sobre esa base, la política territorial del PP de Rajoy ha seguido un camino sinuoso.
El futuro del PSOE
Primero, los reveses financieros de agosto y septiembre. Ahora, un nuevo impacto de la crisis en la economía real, que amagó a mediados de octubre y estalló a comienzos de noviembre, con serios reveses en el crecimiento y el empleo, de manera que España corre el riesgo de entrar en una nueva recesión económica.
El fin de la violencia etarra
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, le dio ayer continuidad al pleno parlamentario del pasado viernes, cuando los nacionalistas exigieron al lehendakari, Patxi López, que dé pasos para resolver "el conflicto político vasco".
Convergència i Unió (CiU) nunca aplicó las multas previstas en la ley de política lingüística en su anterior etapa de Gobierno, con Jordi Pujol al frente. Fijó las sanciones en la norma que entró en vigor en 1998, pero nunca las impuso a ningún comerciante por no rotular en catalán.
Como no podían ir a los cementerios, cientos de familiares de víctimas del franquismo acudieron ayer, 1 de noviembre, a las cunetas donde sus muertos permanecen enterrados sin lápida y sin nombre. Y allí les dejaron flores. Ocurrió en el monte de La Pedraja (Burgos).