Rubalcaba reclama a la UE cambios de estrategia para estimular el crecimiento

Primero, los reveses financieros de agosto y septiembre. Ahora, un nuevo impacto de la crisis en la economía real, que amagó a mediados de octubre y estalló a comienzos de noviembre, con serios reveses en el crecimiento y el empleo, de manera que España corre el riesgo de entrar en una nueva recesión económica. Esas embestidas han afectado a la estrategia y al discurso de los candidatos de estas elecciones y en especial al socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ofreció en julio, en el arranque de su precampaña, un programa pensado en una recuperación económica para 2012. Su fuerte era una subida de impuestos para las rentas más altas que permitiera estimular la creación de empleo y financiar la sanidad, la educación y los servicios sociales.

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La próxima recuperación económica, que analistas económicos y políticos atisbaban en julio, le permitía a Rubalcaba reivindicar las medidas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero -del que ha sido parte muy activa-, inclusive las más duras de mayo de 2010, como una etapa difícil y necesaria para llegar a esa recuperación que se empezaría a materializar en 2012. Pero, una vez más, en esta crisis, las previsiones de todos los expertos económicos y de los políticos han vuelto a quedar hechas añicos. El alejamiento de la recuperación económica obliga al candidato socialista a marcar distancias sobre lo que se está haciendo, sobre todo en la Unión Europea, para poner a salvo el discurso socialdemócrata y para poder diferenciar su discurso del que propone el PP de cara a la campaña electoral del 20-N.

Rubalcaba ya lo venía apuntando días atrás. Pero ayer lo dejó más claro en su intervención en La Arganzuela (Madrid), con motivo de la presentación de la candidatura socialista madrileña, acompañado de su secretario general, Tomás Gómez.

La clave del discurso de Rubalcaba, en este momento, es reivindicar, sobre todo en la Unión Europea, medidas de reactivación de la economía por la vía de la inversión pública, para estimular el crecimiento y empleo, y no limitar toda la política económica a medidas de ajuste y austeridad.

Ente los candidatos socialistas que le acompañan en la candidatura de Madrid, más que criticar la orientación, basada exclusivamente en políticas de ajuste, que la Alemania de Angela Merkel está impulsando en la Unión Europea, Rubalcaba se aferró al argumento de autoridad. Y recordó cómo la OCDE, la OIT (Organización Internacional del Trabajo), además del presidente norteamericano, Barack Obama, y la presidenta brasileña Dilma Rousseff, dicen lo que Rubalcaba viene diciendo estos últimos días de la precampaña. Esto es, que para crear empleo hay que combinar las medidas de ajuste con medidas de reactivación económica. "Los socialdemócratas ya no estamos tan solos", dijo ayer el candidato socialista.

También reclamó al Banco Central Europeo que baje los tipos de interés, y a la canciller alemana, Angela Merkel, que tire de la economía comunitaria para reactivar el crecimiento y la inversión pública.

La otra pata de la estrategia del candidato socialista aparece muy vinculada a lo anterior, y el desarrollo de los acontecimientos, tras la nueva crisis abierta por el referéndum convocado por Grecia, le permite distinguir mejor el campo de juego entre el PSOE y el PP.

Así, ante la ambigüedad del programa del PP que Mariano Rajoy ha dado a conocer este puente festivo, Rubalcaba ha podido remarcar lo que haría el candidato popular si gobernara por la vía de lo que han hecho las comunidades donde manda este partido, especialmente en Madrid y Castilla-La Mancha, con serios recortes en educación.

Rubalcaba profundizará en los próximos días en cómo Rajoy, con su propuesta de rebajar los impuestos a las rentas de capital, reducirá los ingresos. Y cómo para mantener los compromisos de déficit, marcados por la Unión Europea, que ha situado como objetivo prioritario de su programa, recortará de la sanidad, la educación y los servicios sociales. Sobre esta dicotomía, "la confrontación democrática de dos modelos para la salida de la crisis", como lo denominó ayer Rubalcaba, centrará buena parte de su campaña.

En esa misma posición incidió ayer el secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, en una intervención previa a la del candidato. "Rubalcaba va a dirigir la salida de la crisis por la izquierda", dijo Gómez, que hizo una defensa cerrada del Estado de bienestar. "La educación y la sanidad no son servicios. Son derechos ciudadanos y, por tanto, intocables".

El secretario general del PSM llamó al "voto rebelde" para evitar que "los mercados, las fuerzas no elegidas democráticamente, coloquen en el Gobierno a la derecha política, como ha sucedido en Portugal".