La crisis financiera
El miedo atenaza a los mercados. El frenazo económico que ha llegado entrado 2011 amenaza con convertirse en una nueva recesión mundial cuando apenas se ha comenzado a dejar atrás la vivida en 2008 y 2009. Para evitarlo ayer el Banco Central Europeo compró ayer bonos españoles e italianos.
Tres días después de que la agencia Standard & Poor's decidiera rebajar la calificación crediticia de la deuda soberana del tesoro norteamericano, el presidente Barack Obama compareció ayer por sorpresa en la Casa Blanca para defender la solvencia prestataria de su país.
La intervención del Banco Central Europeo (BCE) en los mercados secundarios, tras la confusa comparecencia de su presidente, Jean-Claude Trichet el pasado jueves, logró disipar ayer las presiones sobre España e Italia y que bajaran drásticamente los intereses de la deuda de ambos países.
Una carta enviada a Roma por el Banco Central Europeo (BCE) en la que dicta instrucciones muy detalladas sobre cómo el Ejecutivo italiano debe frenar la deuda pública y fomentar el crecimiento, según el diario Corriere della Sera, y ha encendido la polémica.
La idea repentina de cambiar los pagos del impuesto de sociedades para cuadrar las cuentas del Estado en 2011 obligará a las empresas a rehacer sus planes fiscales de aquí a final de año.
La huelga de los controladores alemanes, anunciada para hoy las 6.00 y las 12.00 (hora española), quedó finalmente desconvocada después de que la patronal recurriera a la mediación de una comisión de arbitraje.
Bank of America está en caída libre. Sus acciones perdieron ayer un 16% después de que la aseguradora AIG emprendiera una acción legal, con la que pretende recuperar más de 10.000 millones de dólares (7.022 millones de euros) que perdió con la titulización "fraudulenta" de hipotecas.