Plantón del PP en el Consejo de Salud

Un día después de que Mariano Rajoy acusara al Gobierno de actuar "tarde y mal" en la llamada crisis del pepino, los consejeros de las ocho comunidades y ciudades autónomas gobernadas por el PP dieron ayer plantón a la ministra de Sanidad en el Consejo Interterritorial de Salud, donde se iba a abordar el asunto. Es la primera vez que esto ocurre, según el ministerio. Los populares alegan que en realidad la reunión no había sido convocada para eso sino para dar vía libre, "a toda prisa" -antes de que los Gobiernos se renueven tras las elecciones del 22-M, y el PSOE pierda peso en el Consejo-, a la futura ley de muerte digna. El PSOE tacha al PP de "indolente" y de "hacerse fotos comiendo pepinos" en lugar de trabajar para resolver la crisis.

La reunión de ayer fue convocada el viernes 27 de mayo, con un orden del día en el que figuraba la aprobación del informe sobre la ley de muerte digna pero no la crisis de los pepinos, que había estallado la víspera (tras relacionar Alemania los productos españoles con un brote de bacteria E. coli). Ese punto fue incluido el martes 31, según confirmó ayer una portavoz del Ministerio de Sanidad. Para entonces, varios consejeros del PP ya habían pedido que la reunión se aplazase hasta que los nuevos responsables autonómicos fueran designados.

La titular de Política Social del PP, Ana Pastor, llegó a decir, ese martes por la tarde, que vería justificada la convocatoria solo si hubiese asuntos urgentes, como la seguridad agroalimentaria. La crisis de los pepinos ya había sido incluida en el orden del día, pero el PP siguió considerando que el Consejo no debía celebrarse.

Se celebró ayer, con la ausencia de todos los consejeros del PP -Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Galicia, Murcia, La Rioja, Ceuta y Melilla-, que insisten en que el único propósito del Gobierno era colar la ley de muerte digna antes de ceder el mando de las comunidades que han perdido el 22-M. "Una ley de esa importancia no debe ser tratada con consejeros en funciones", afirmó el consejero madrileño, Javier Fernández-Lasquetty, para justificar su boicoteo. "Lo que no puede ser", añadió, es que el Consejo lleve seis meses sin convocarse "y ahora, de repente, de una semana para otra, cuando uno se da cuenta de que ha perdido seis comunidades, querer a toda prisa pasar el debate de una ley de esta magnitud".

La portavoz de Sanidad reconoce que el organismo interterritorial tenía que haberse reunido en abril, pero subraya que no se hizo entonces porque uno de los puntos del día era un reparto de subvenciones a las regiones; y eso, en plena precampaña, "podía ser interpretado como electoralista". Luego se pensó convocarlo en julio, "pero habría supuesto retrasar demasiado esa subvención, y las comunidades no están sobradas de dinero ahora mismo precisamente". La portavoz admite, no obstante, que otra razón para la urgencia era que "la llamada ley de muerte digna va ya muy justa de plazos" y el Gobierno quiere aprobarla "en esta legislatura".

Finalmente, los consejeros que sí acudieron ayer al Consejo, todos los socialistas más el de UPN de Navarra, y los nacionalistas catalán y canario, "saludaron" y dieron el visto bueno a ese anteproyecto de ley, según dijo después Leire Pajín, ministra de Sanidad. Pajín lamentó la ausencia del PP en una "reunión importante que ha abordado temas que están por encima de cualquier color político o interés particular". "Las Administraciones tienen que estar por encima de todo", afirmó. Más dura fue la secretaria de Bienestar Social del PSOE, Marisol Pérez, que tachó a Rajoy de "indolente" en la crisis de los pepinos. "Cuando se trata de trabajar por la defensa de los intereses de España, desaparecen", dijo.

También el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó al líder de los populares de ir "por el camino fácil" e intentar "politizar" lo que ha sido un "error clamoroso" de las autoridades alemanas, en lugar de ayudar y hacer gestiones con alguna autoridad europea.