Zapatero: "La comunidad internacional no se dejará engañar por Gadafi"

"La comunidad internacional no se va a dejar engañar por el régimen libio y va a verificar con todos los medios a su alcance el cumplimiento estricto de la resolución". El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió ayer con inusitada firmeza al anuncio de alto el fuego realizado por las autoridades de Trípoli inmediatamente después de que Naciones Unidas diese luz verde al uso de la fuerza.

Lo hizo tras recibir en La Moncloa al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien hizo escala en Madrid camino de Túnez y Egipto. En principio, Zapatero no tenía previsto entrevistarse con él, pero la precipitación de los acontecimientos en Libia le llevó a modificar a última hora su agenda.

El presidente acude a París tras reunirse con Ban Ki-moon

Los cambios no quedaron ahí. Zapatero también anunció que hoy estará en París en el almuerzo que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ofrecerá a los mandatarios de los países dispuestos a aplicar la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU para frenar la represión desatada por Gadafi contra su propio pueblo.

No será una cumbre de la UE, aunque estarán el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y la Alta Representante, Catherine Ashton. Ni tampoco de la Liga Árabe o la Unión Áfricana, aunque estén invitados sus secretarios generales, Amr Musa y Jean Ping, sino una coalición de voluntarios, como la que se formó para invadir Irak en 2003.

Hasta ahí las similitudes pues, según fuentes diplomáticas, ahora se dan tres requisitos que no se dieron entonces: una "base jurídica sólida", representada por la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU; el apoyo regional, evidenciado por el llamamiento de la Liga Árabe a imponer una zona de exclusión aérea en Libia; y la necesidad imperiosa de utilizar la fuerza como último recurso para evitar una catástrofe humana, tras la amenaza de Gadafi de entrar a sangre y fuego en la capital de la sublevación, Bengasi.

Además, subrayan las mismas fuentes, los países que intervengan en la operación lo harán en coordinación con el secretario general de la ONU, que estará hoy en París; mientras que la resolución del Consejo de Seguridad excluye expresamente, a petición de la Liga Árabe, la ocupación de un palmo de territorio libio por parte de tropas extranjeras, al contrario que en Irak.

"La determinación de la comunidad internacional es inequívoca. Por eso, hago un llamamiento apremiante a Gadafi para que cese el uso de la violencia contra su pueblo y dé paso, tras abandonar el poder, a un cambio democrático en Libia", proclamó ayer Zapatero. En este punto fue más lejos que la resolución de la ONU, que no habla de derrocar a Gadafi, sino solo de "facilitar un diálogo que conduzca a las reformas políticas necesarias para encontrar una solución sostenible y pacífica" para Libia.