Con el sol recién salido, el hombre hace indicaciones al conductor. Le para, le pide un papel que mira con detenimiento. Le advierte: "Mañana no podrás entrar ni con esto". Y le deja pasar. El hombre lleva una pegatina de Comisiones Obreras en la solapa y reparte adhesivos contra los servicios mínimos en las instalaciones de Metro en Canillejas.
Olía a cruasán a la entrada de la cochera de Cuatro Caminos, un aparcamiento de trenes de Metro. Eran las seis de la mañana. Media docena de empleados del suburbano hacían un piquete ("informativo", advertían). Los acompañaba una furgoneta de la policía con varios agentes antidisturbios perezosos, mirando al reloj para irse de aquel lugar tan pacífico. Iba a ser un día tranquilo.
Unos mil trabajadores de Metro ondeaban banderas en la puerta de la sede de la Comunidad. "El día 29 Madrid se va a apagar", gritaban. Turistas japoneses se retrataban junto a ellos y una visitante noruega, a modo de souvenir, compraba un ejemplar de un periódico marxista.
"La Iglesia tiene derecho a edificar su curia en un terreno que es de su propiedad". Además, cree "legalmente viable" el proyecto para construir la sede administrativa eclesial en la Cornisa de San Francisco, si el Ayuntamiento cambia la planificación de la zona que, previamente, ya había modificado para permitir edificarla.
Si el Real Madrid y el Atlético tienen su ciudad deportiva, el Rayo Vallecano no podía ser menos. El tercer equipo de la ciudad presentó ayer la nueva instalación, en un acto en el que participaron la presidenta de la Comunidad de Madrid (que ha puesto los 15 millones de euros que ha costado el proyecto), su mano derecha, el vicepresidente Ignacio González, el vicealcalde Manuel Cobo (el Ayuntamiento cedió por 75 años el terreno) y la presidenta del Rayo, Teresa Rivero.
Jaime se asomó al balcón del piso que estaba a punto de comprar en la calle del Tembleque, en el corazón del distrito de Latina, y vio el metro, entonces la línea del suburbano, trotando entre los raíles. "No se preocupe", le tranquilizó el vendedor, "lo van a soterrar en breve".
M. JOSÉ DÍAZ DE TUESTA | Madrid
Una exposición ofrece superar prejuicios y reivindicar el valor cultural y económico del oficio a través de 60 autores
JALED ABDELRAHIM | Madrid
Cierra un quiosco de Chamberí regentado durante 50 años por un matrimonio