El conflicto de Oriente Próximo
Los recibieron como a héroes. Miembros del Gobierno, el alcalde de Estambul, cientos de manos agitando banderas turcas y palestinas al ulular del "Alahu Akbar" (Dios es el más grande). "¡Estamos orgullosos de vosotros!", clamaba la multitud a las 3.30 (las 2.30, hora peninsular española) del jueves ante el pabellón oficial del aeropuerto internacional Atatürk.
Miles de turcos, más de 20.000 según los organizadores del acto fúnebre, despidieron ayer en silencio a las víctimas del ataque israelí a la flotilla de ayuda a Gaza. La ceremonia se desarrolló en la gran mezquita de Fatih, en el distrito considerado como La Meca del islamismo radical en Estambul.
JUAN GÓMEZ | Berlín
El escritor sueco relata su vivencia durante el ataque a la flotilla
ANA CARBAJOSA | Jerusalén
Benjamín Netanyahu se niega a que se investigue el asalto militar a la flotilla. Rechaza de antemano, como ya ocurrió tras la Operación Plomo Fundido contra Gaza, cualquier investigación que emprenda la ONU: Israel no cooperará con ella ni aceptará los resultados.
Craig es un taxista de Whitehaven que el miércoles, a las 10.30, se dirigía a su parada habitual en Duke Street. Venía de recoger unas recetas médicas para sus mellizas, que nacieron hace un par de meses aunque ya nadie esperaba más criaturas en el hogar.
El ambicioso programa de reformas de Barack Obama estaba diseñado, probablemente, para hacer frente a feroces opositores en el Congreso, taimados ayatolás en Irán y pérfidos terroristas en las calles. Pero para lo que, con toda seguridad, no estaba preparado es para sortear la amenaza de un vertido de petróleo.