_
_
_
_
El conflicto de Oriente Próximo

"Nos disparaban a matar desde lanchas"

Los españoles detenidos en el abordaje de la flotilla humanitaria de Gaza relatan la violencia del asalto militar israelí tras recuperar la libertad en Turquía

Juan Carlos Sanz

Los recibieron como a héroes. Miembros del Gobierno, el alcalde de Estambul, cientos de manos agitando banderas turcas y palestinas al ulular del "Alahu Akbar" (Dios es el más grande). "¡Estamos orgullosos de vosotros!", clamaba la multitud a las 3.30 (las 2.30, hora peninsular española) del jueves ante el pabellón oficial del aeropuerto internacional Atatürk. La camarógrafa catalana Laura Arau, de 30 años; el activista madrileño Manuel Tapial, de 35, y el periodista valenciano David Segarra, de 33, acababan de aterrizar junto con otros 463 miembros de la flotilla humanitaria propalestina que pretendía romper el bloqueo naval a Gaza.

Los tres estaban en la sala de prensa del transbordador de bandera turca Mavi Mármara cuando se produjo el asalto de los comandos israelíes durante la madrugada del lunes. "Nos apuntaron con sus armas con visores de rayos láser a la cabeza", aseguró Segarra, colaborador del canal latinoamericano Telesur, a coro con Tapial, activo representante de los movimientos alternativos en Madrid.

"Al ser periodistas no nos maniataron, pero a los árabes y a los turcos, sí"
Más información
Furia israelí contra Turquía
Turquía despide con lágrimas y en silencio a las víctimas del asalto
"Un Estado judío no puede ser democrático"
Mankell: "Me sentí secuestrado"
Israel se muestra dispuesto a suavizar el bloqueo naval a Gaza
Obama considera prematuro condenar a Israel por el ataque a la flotilla
Los activistas españoles de la Flota de la Libertad aterrizan en el Prat

"Todos nos quedamos como paralizados durante el ataque. Muchos se pusieron delante de los soldados haciendo el signo de la victoria con los dedos. Yo no sentía miedo, no estaba en la primera línea, y me puse a hacer lo que mejor sé hacer: grabar los hechos con mi cámara de vídeo. Otros se llevaban a los heridos y a los muertos", relataba Laura. Todo el material gráfico de la flotilla ha quedado confiscado por las fuerzas de seguridad israelíes.

"El Gobierno español", aseguraba Tapial, "debe tomar todas las medidas legales posibles contra el de Israel. Pediremos que se abra una investigación y que se enjuicie a los responsables". El activista madrileño asegura que en el abordaje israelí se produjeron más de nueve muertos: "Nuestros compañeros nos han dicho que se arrojaron cadáveres al mar. Nosotros hemos visto el barco lleno de sangre... Desde las zódiacs disparaban a matar. Nuestra resistencia fue pacífica, y no violenta. Lo que hemos vivido en unos pocos días es lo que viven los palestinos todos los días".

Bülent Yildirim, el presidente de la Fundación de Ayuda Humanitaria (IHH), la ONG turca que fletó el Mavi Mármara, buque insignia de la flotilla, también fue recibido como un héroe en Estambul. "Hay una lista de desaparecidos", dijo a la prensa al poco de llegar. "De los 38 heridos, solo 21 han regresado de Israel en los aviones, y tres que se hallaban en mal estado siguen hospitalizados allí". Yildirim aseguró que los activistas se habían apoderado de las armas de 10 militares israelíes en un acto de "autodefensa", pero precisó que no las usaron y fueron arrojadas al mar. Israel insiste en que sus fuerzas abrieron fuego al verse amenazadas por los activistas armados, pero no ha mostrado imágenes que respalden su tesis. Tan solo hay fotos de palos, canicas y tirachinas.

Los españoles liberados en Estambul regresan hoy a Barcelona. Vuelven sin equipaje. Pero aseguran que las imágenes del asalto, primero con balas de goma y luego con fuego real, han quedado grabadas antes de ser confiscadas por Israel al haber sido emitidas vía satélite al exterior y pueden ser recuperadas. "Vamos a demostrar todo lo que se ha querido ocultar", advirtió Tapial. "Israel ha dado un mensaje a la comunidad internacional de que goza de impunidad. Y a las ONG que trabajamos con el pueblo palestino se nos amenaza. Se equivocan porque volveremos a Gaza hasta el final del bloqueo".

El historiador sueco Mattias Gardell y su esposa Edda Manga aseguraron a la prensa turca que habían presenciado en el Mavi Mármara "asesinatos premeditados" mientras los activistas intentaban detener el descenso de los comandos israelíes desde los helicópteros de abordaje: "Abrieron fuego y mataron a tres personas".

Laura Arau se reencontró con Manuel Tapial, su compañero sentimental, en el avión durante las tensas horas vividas en el aeropuerto de Tel Aviv. Tapial afirmó que fue interrogado durante tres horas por miembros del Mossad, el servicio de espionaje israelí, y que solo pudo tomar una comida durante los tres días de detención. "Las chicas fuimos las primeras en entrar, pero la salida se retrasó porque el presidente de la ONG IHH fue retenido y los turcos organizaron una batalla campal", explica Laura.

La camarógrafa catalana se esforzaba en ocultar su alegría -"ha habido muchos muertos y heridos"-, pero admite que los tres españoles tuvieron mejor suerte que otros miembros de la flotilla. "Al ser periodistas, no nos maniataron, como a los turcos y los árabes, arrodillados en el suelo y con los brazos sujetos a la espalda con cintas de plástico: la escena me recordaba a Irak".

Los activistas españoles Laura Arau, Manuel Tapial y David Segarra, de izquierda a derecha, comparecen en la madrugada de ayer ante la prensa en el aeropuerto de Estambul.
Los activistas españoles Laura Arau, Manuel Tapial y David Segarra, de izquierda a derecha, comparecen en la madrugada de ayer ante la prensa en el aeropuerto de Estambul.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_