La investigación británica de la guerra de Irak
"No me arrepiento. Volvería a hacerlo". Tony Blair eligió acabar así de desafiante seis horas de comparecencia ante la comisión que investiga la participación del Reino Unido en la guerra de Irak. En su declaración ratificó una detrás de otra sus conocidas posiciones sobre la invasión y apenas dejó espacio para minúsculas admisiones de errores
Aún no había amanecido ayer en Londres cuando Tony Blair fue discretamente introducido por la puerta trasera en el Centro de Conferencias Isabel II, a tiro de piedra del Parlamento y de Downing Street. Eran apenas las 7.30 de la mañana y faltaban aún dos horas para que empezara a prestar declaración ante la comisión que investiga la participación del Reino Unido en la guerra de Irak.
Desde que abandonó Downing Street, hace casi tres años, Tony Blair ha logrado convertir su vida en un negocio muy lucrativo. Gigantes del mundo financiero como JP Morgan Chase y la aseguradora Zurich Financial Services se rifan sus consejos, mientras la editorial Random House ha pagado 4,6 millones de libras (5,3 millones de euros) por sus memorias.
El fiscal de París decidió ayer recurrir la sentencia que absuelve al ex primer ministro y ex ministro de Asuntos Exteriores francés, Dominique de Villepin, del caso Clearstream, con lo que habrá un nuevo juicio a finales de este año o principios del que viene. El tribunal, compuesto de tres magistrados, concluyó el jueves que Villepin no había formado parte de la intrincada trama
"Yo no soy un ideólogo. Si ustedes saben cómo podemos hacer lo que tenemos que hacer de mejor manera y de forma más barata, lo hacemos". Con esas palabras, Barack Obama invitó ayer a los congresistas republicanos a trabajar con él superando las diferencias naturales entre los partidos.
Electrocutado y estrangulado o envenenado. A la espera de los resultados definitivos de la autopsia, se ignora cómo fue asesinado el 20 de enero en un hotel de Dubai Mahmud al Mabhuh, uno de los fundadores de Ezedín el Kassam, brazo armado de Hamás. El patrón es idéntico a tantos otros crímenes de naturaleza semejante que jalonan la reciente historia en Oriente Medio
El presidente de Haití, René Préval, celebra una conferencia de prensa bajo la carpa instalada frente a la comisaría del aeropuerto donde se encuentra la sede del Gobierno. Un mulato observa a los reporteros. A él mismo se le podría confundir con un periodista si no fuera por la tarjeta de "presidencia" colgada del cuello
Médicos puertorriqueños que acudieron a socorrer a las víctimas del seísmo del pasado 12 de enero han aprovechado algunos momentos de solaz para hacerse fotos levantando copas y botellas de vino y whisky y empuñando armas prestadas por soldados dominicanos.Las imágenes fueron colgadas en la red social Facebook, en la página titulada "Salvemos Haití"