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Los mulatos reinan en Haití

Una élite se beneficia de la política de un Gobierno que se dice de izquierdas

Francisco Peregil

El presidente de Haití, René Préval, celebra una conferencia de prensa bajo la carpa instalada frente a la comisaría del aeropuerto donde se encuentra la sede del Gobierno. Un mulato observa a los reporteros. A él mismo se le podría confundir con un periodista si no fuera por la tarjeta de "presidencia" colgada del cuello y porque bajo un chaleco claro semejante al que llevan los fotógrafos asoma una pistola del calibre 45. Se trata de Patrik Ellie. Tiene 60 años, es doctor en bioquímica, convive con una hermana del presidente René Préval y desde el 12 de enero en que el terremoto mató a más de 150.000 personas ejerce de consejero presidencial. Ellie parece alguien idóneo para preguntarle si es verdad el clamor que se oye en la calle: que el presidente, surgido de un movimiento de izquierdas, negro, hijo de un político negro, ha traicionado los intereses de la mayoría negra que lo votó y gobierna para la élite de mulatos que controla las principales empresas y bancos de Haití.

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El escritor y periodista mulato Michel Soukar, de 54 años, comparte esa visión: "En Haití hay una burguesía de mulatos que siempre ha manejado como títeres a los presidentes negros. Son unas cuantas familias. Algunas, de origen sirio, como Les Reyes, que se dedican al comercio. Hay otras, muy pocas, de negros. Pero la mayor parte de lo que se conoce aquí como la burguesía está formada por mulatos que nunca se han presentado a unas elecciones porque no les hace falta, gobiernan en la sombra. Son los Bossant, los Braow, los Vorbe, los Nustas y los Delatour, que es la familia de la esposa del presidente.

Esa gente controla los bancos, las aseguradoras, el puerto y en el caso de los Nustas son además, terratenientes. Se les conoce como el grupo de Bourdon, la gente que financió la campaña de Préval y a la que Préval beneficia con sus contratos".

Cuestión de actitud

El mulato consejero de la presidencia Patrick Ellie niega sólo en parte la acusación de que Préval se ha vendido a los intereses de la oligarquía mulata: "Ser mulato no tiene que ver con el color de la piel sino con la actitud. Y la actitud del mulato es tratar de obtener el reconocimiento del padre blanco antes que de la madre y los hermanos negros. En nuestro caso, significaría tratar de ganarnos antes a los Estados Unidos y Europa que a nuestro propio pueblo".

- ¿Pero se ha vendido el presidente a los intereses de la élite económica?

- Préval ha intentado contentar a las élites para conseguir la estabilidad de este país. Y la estabilidad ha sido su mayor logro.

Pero también su fracaso más grande. Hay paz, sí, pero existe un nivel de desigualdad que no es compatible con una democracia. La verdadera estabilidad exigiría un cambio radical de la situación. Préval se ha acomodado en exceso.

El médico, redactor de la Constitución de 1987 y periodista mulato, George Michel, de 56 años, asegura que Préval ha sabido mantener aplacada a la mayoría negra y satisfechos a sus amigos de élite económica. Pero el terremoto ha cambiado las reglas del juego. "Hasta ahora, su debilidad y su inacción han sido su fuerza. Pero desde el 12 de enero el pueblo está pidiendo alguien con más determinación", indica Michel.

El sociólogo negro, Daniel Supplice, indica que lo que ha caracterizado al gobierno de Préval es la hipocresía: "Préval y los suyos quieren hacerse pasar como gente del pueblo, pero son gente acomodada que se ha formado en países extranjeros. Eso no es malo en sí mismo. Lo malo es que están gobernando para los ricos, sean mulatos o negros. Hay que dejar ya las clasificaciones de la piel. En este país hay gente que parece que vive aún en la plantación. Salir de la plantación significaría que todos vamos en el mismo avión, los de la primera clase y los de segunda. Si el avión se cae, nos caemos todos".

¿Y está dispuesta la élite a arrimar el hombro en la tragedia? "Algunos ricos han venido a ayudar con sinceridad. Pero cuánto va a durar esa sinceridad?", se pregunta el consejero presidencial Patrick Ellie. "Me temo que en dos o tres semanas volverán a su egoísmo de siempre", se responde él mismo.

Un haitiano delante de edificios destruidos
Un haitiano delante de edificios destruidosCRISTOBAL MANUEL

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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