El pueblo de Dalila no perdona
La familia clama justicia mientras espera la llegada del cuerpo del bebé
Mohamed tenía un billete de avión para volver hoy a Madrid a ver a su hijo Ryan, pero la semana pasada sintió la imperiosa necesidad de volver antes de tiempo a verlo. Quería aliviar de algún modo el peso de la muerte de Dalila Mimouni, su esposa, la primera víctima de la gripe A en España . Regresó el sábado pasado y llegó a tiempo para verlo. "Estaba contentísimo", explica su madre, Hafida Dadach, desde el domicilio de la familia en M'diq, el antiguo Rincón, al norte de Marruecos, cerca de Tetuán. El lunes, Ryan moría víctima de un error médico que la familia no puede comprender. "Nos han matado al niño, nos han quitado lo único que nos quedaba, mi hijo estaba ilusionadísimo".
"Si hubiera ocurrido aquí... ¡pero ha sido en Madrid!", comenta un vecino
La familia de Mohamed el Ouriachi se encuentra en M'diq, el lugar en el que se conocieron Mohamed y Dalila, desde el entierro de Dalila, hace ahora 13 días. Según el Corán, una nueva ceremonia debe celebrarse a los 40 días del sepelio, razón por la que gran parte de ellos siguen aquí.
Hafida Dadach, la abuela de Ryan, expresa su impotencia y su incredulidad ante un error como el que se ha producido en un hospital de referencia como el Gregorio Marañón de Madrid. En un sobrio salón de azulejos en las paredes, sentada junto a su padre, Sadik, y a sus hermanos Farida y Abdellah, protesta, airada: "No tiene explicación; una enfermera con dos años de experiencia... Ha matado una vida, un ser indefenso, ahí tumbadito", declara entre lágrimas. "Mi nuera se podía haber salvado, pero no la atendieron a tiempo. Es una vergüenza. Yo no lo voy a perdonar nunca porque vamos a vivir con esto toda la vida".
En las calles de M'diq, más conocido como Rincón, su denominación durante el protectorado español, no se habla de otra cosa. La noticia de que el rey de Marruecos, Mohammed VI, se hace cargo de la repatriación de los restos del pequeño Ryan ha provocado que en bares y restaurantes el pequeño sea protagonista de las conversaciones. "La gente viene a comprar el periódico preguntando si hay nuevas noticias sobre Ryan", cuenta Mohamed, estudiante de Económicas que en verano se dedica a vender prensa en una de las avenidas principales de esta pequeña localidad costera para sufragarse los estudios. Mustafá, también comerciante de la zona, participa del debate y tampoco se lo explica. "¿Cómo es posible que pase algo así en un hospital del que dicen es el primer mundo? Si hubiera ocurrido aquí, todavía, ¡pero ha sido en Madrid!".
Para hoy por la mañana está previsto que los restos del pequeño Ryan lleguen a Tetuán, procedentes del aeropuerto madrileño de Getafe. En torno a la una de la tarde tendrá lugar el entierro en el cementerio de M'diq, donde desde el 3 de julio reposa su madre, Dalila.
Mohamed y Dalila vivían en el madrileño barrio de Moratalaz con Hafida Dadach, abuela del pequeño Ryan y madre de Mohamed. El joven, de 21 años, se encontraba en paro. Dadach cuenta que su hijo está destrozado. No desveló los planes que tiene la familia, pero sí anunció: "Habrá que hacer lo que habrá que hacer. Esto no va a quedar así. Alguien tiene que pagar por ello para que no vuelva a ocurrir. Que se investiguen bien las cosas".
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