El tiempo, en Barcelona, tiene otro ritmo. Al menos para las obras públicas. Apenas hay alguna que no tenga retrasos monumentales. Ahora es la estación del AVE de Sagrera, anclada en un problema de financiación. El proyecto se está redactando, pero las administraciones responsables (central, autonómica y local) dan por hecho que no estará terminada en 2012.
No competirán los galgos, sino los artistas, y seguro que a más de uno le gustaría disponer de las jaulas en las que encerraban a los pobres canes como escenario de alguna de sus instalaciones. El Canódromo de Meridiana, un emblemático edificio racionalista construido en 1962 por Antoni Bonet y Josep Puig, será la sede del centro de artes visuales de Barcelona.
Nabi H., paquistaní, de 35 años. Lleva cuatro años en España, en el limbo legal, y siete meses esperando a tener un permiso de trabajo. "He ido ya cuatro veces y me piden un papel distinto cada vez", se queja, justo después de explicar un currículo de trabajos en almacenes y servicios de limpieza.
Varios años de disputas y negociaciones entre el Ayuntamiento, Mercabarna y las empresas y asociaciones de mayoristas que operan en ella debido a sus limitadas perspectivas de quedarse en el polígono alimentario y de realizar inversiones rentables en él culminaron ayer con fumata blanca.
El número de espectadores de teatro en la ciudad de Barcelona por temporada es ya superior al del público que acude al Camp Nou en el mismo periodo de tiempo para ver al Barça. Aún más: sumados los espectadores del FC Barcelona y el RCD Espanyol en sus respectivos campos, el número de ciudadanos que acuden a los teatros barceloneses continúa siendo mayor.