Las empresas de Mercabarna podrán operar al menos 35 años más en el recinto
Varios años de disputas y negociaciones entre el Ayuntamiento, Mercabarna y las empresas y asociaciones de mayoristas que operan en ella debido a sus limitadas perspectivas de quedarse en el polígono alimentario y de realizar inversiones rentables en él culminaron ayer con fumata blanca. El pacto prevé prolongar 35 años, hasta 2052, las concesiones de los contratos de las empresas instaladas en la Zona de Actividades Complementarias, la ZAC, en Mercabarna, y 50 años por lo que respecta a los mercados centrales del pescado y de frutas y hortalizas.
Mercabarna concentra a cerca de 800 empresas agroalimentarias y de servicios, y provee a 10 millones de consumidores.
"El acuerdo da estabilidad a las empresa y, lógicamente, estimula sus inversiones porque permitirá su amortización a largo plazo. Hacía muchos años que se venía hablando", celebró tras la firma Jordi William Carnes, presidente de Mercabarna y teniente de alcalde de Hacienda y Promoción Económica del Ayuntamiento de Barcelona.
Algunas compañías de la Asociación de Empresarios de Mercabarna (Assocome) habían amenazado con deslocalizar inversiones a lur de Francia debido a las quejas por los alquileres y, sobre todo, por la incertidumbre que envolvía la renovación de las concesiones. Las empresas tenían la vida limitada desde la puesta en marcha de Mercabarna en 1971, porque la legislación de entonces establecía que el sistema de gestión no podía superar los 50 años. Las empresas que quieran continuar en el recinto al finalizar sus contratos deberán pagar derechos económicos de novación a Mercabarna y esta sociedad destinará el dinero a mejorar y ampliar las infraestructuras y los servicios del polígono.
Los empresarios celebraron un acuerdo que "termina con la situación de estancamiento de los últimos años", en palabras del presidente de la Assocome, Joan Llonch. Sin embargo, tanto él como losin embargo, tanto él como los presidentes de los gremios de mayoristas de frutas y hortalizas y del mercado central del pescado y el marisco, Casimir Llorens y Leandre Serra, no dejan de estar preocupados. "Es un buen acuerdo, pero nos preocupan las fuertes inversiones que deberemos afrontar próximamente", dijo Llorens. El coste de la reforma de su mercado central se calcula en 60 millones. El esfuerzo económico para pagar el derecho de novación por la subida de la renta les inquieta, según la Assocome.
