Sanidad investiga si llegó carne tóxica de otros países
Irlanda sospecha de una empresa de pienso por las dioxinas
España se ha librado, al menos por ahora, de la última crisis alimentaria que sí padecen 21 países, entre ellos 12 de la UE. El Ministerio de Sanidad sostiene que no ha llegado, de forma directa, carne de cerdo irlandesa contaminada por dioxinas. Pero investiga si alguna partida ha podido entrar en España a través de un tercer país como Francia o Portugal, ambos en la lista de afectados. Sanidad cree que, en cualquier caso, sería una cantidad "muy residual".
Los datos aportados hasta ahora por las grandes distribuidoras, la industria alimentaria y las comunidades autónomas llevan a descartar la presencia de carne contaminada en los supermercados. Las probabilidades, insiste Sanidad, son escasas, porque además "España no importa carne de cerdo, la exporta", dijo el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Roberto Sabrido.
Una empresa irlandesa que produce pienso está en el centro de la investigación abierta por Dublín para conocer el origen de la contaminación. Los expertos apuntan a que las dioxinas halladas en los animales tienen su origen en el aceite de uso industrial -no apto para consumo humano- que la compañía Millstream Power Recycling utiliza en el procesamiento del pienso, distribuido a todas las granjas afectadas, tanto en la República como en Irlanda del Norte.
El responsable de la Agencia de Control alimentario irlandesa, Alan Reilly, confirmó ayer que intenta saber cómo "el aceite o contaminante industrial" usado en la maquinaria para secar pienso (probablemente diésel) infectó a los cerdos. El propietario de Millstream, Robert Hogg, dijo que ese aceite nunca ha sido añadido como ingrediente de su producto. En los próximos días se sacrificarán miles de cerdos en las 47 granjas aisladas en la República, y otras 9 en el Ulster. Los análisis sólo han hallado dioxinas en el porcino, aunque una parte de las granjas adquirieron suministros del mismo pienso para alimentar al ganado vacuno.
Las autoridades comprobaron que la carne contaminada tenía niveles de dioxinas entre 80 y 200 veces superiores a lo permitido. Dublín ordenó interrumpir la distribución de los productos porcinos elaborados a partir del 1 de septiembre.
Un residuo inútil
- Las dioxinas son contaminantes que se forman por la combustión de material orgánico. No tienen utilidad industrial (nadie las fabrica ex profeso), pero son un residuo resultante de distintos procesos.
- Aparecen en muchos aceites industriales recalentados. De ahí, podían llegar a los piensos, voluntariamente o no.
- También se pueden formar dioxinas al secar los piensos. Un exceso de calor aplicado a restos vegetales o animales las produce.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Ministerio de Sanidad y Consumo
- Productos adulterados
- IX Legislatura España
- Porcino
- Irlanda
- Seguridad alimentaria
- PSOE
- Intoxicación alimentaria
- Fraudes
- Ganado
- Ministerios
- Productos cárnicos
- Legislaturas políticas
- Control calidad
- Intoxicación
- Productos ganaderos
- Partidos políticos
- Europa occidental
- Gobierno
- Ganadería
- Delitos
- Agroalimentación
- Europa
- Medicina
- Alimentos