"Estoy convencida de que España estará en Washington". Así de tajante se mostró ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, segura de los resultados del despliegue diplomático que está desarrollando el Ejecutivo "a todos los niveles" para tener un asiento en la conferencia internacional para reformar el sistema financiero mundial.
El PP apoya "que el Gobierno haya vuelto a la sensatez de apoyar los trasvases", pero lamenta "los cinco años perdidos en debates estériles". Así lo expresó el portavoz popular en la Comisión de Medio Ambiente, Carlos Floriano, al conocer las declaraciones del secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, de que el trasvase desde Cáceres a Murcia "es una posible buena opción".
El presidente del PP, Mariano Rajoy, aprovechó la visita a Bilbao, a la proclamación de Antonio Basagoiti como candidato a lehendakari en las elecciones vascas de marzo, para darse un paseo por el césped del estadio del Athletic (la Catedral) y visitar su museo.
"Creemos que podemos estar abriendo la fosa de Lorca entre el 15 y el 18 de noviembre", explicó ayer Francisco González, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada, minutos después de pisar los dos lugares en los que se cree que puede estar la fosa.
El secretario general de la UGT, Cándido Méndez (en el centro de la imagen), acudió ayer a la Audiencia Nacional para pedir al juez Baltasar Garzón que permita al sindicato personarse como acusación particular en la causa abierta para perseguir los crímenes del franquismo.
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón decretó ayer el procesamiento de 24 integrantes del aparato de extorsión de ETA, "liderado", según el juez, por el propietario del bar Faisán, de Irún (Guipúzcoa), Joseba Imanol Elosua Urbieta.
A Pasqual Maragall le gusta alardear de su carácter imprevisible. Lo cultivó en su carrera como alcalde de Barcelona y lo llevó al límite a su paso por la presidencia de la Generalitat. La polémica parece sentirse a gusto junto al personaje. Y ahora amenaza con perpetuarse a su lado en las estanterías de las bibliotecas.
La jefa de los espías españoles se prodiga poco en público. Lleva sólo cuatro meses en el cargo y se le supone un trabajo discreto. Sin embargo, Elena Sánchez Blanco, secretaria general del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) habló ayer ante decenas de personas.