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Análisis:Cambio en Cuba
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Chávez se queda sin su gran aliado

Ibsen Martínez

En Venezuela, la oposición y, sin duda alguna, también un crecido número de elementos políticos del chavismo se preguntan si la renuncia de Castro a la presidencia del Consejo de Estado cubano encuentra a Hugo Chávez "preparado psicológica y políticamente" -para usar las palabras del líder cubano- para afrontar lo que forzosamente ha de venir.

¿Qué cabe esperar ahora para el futuro inmediato de las relaciones entre Cuba y Venezuela? Si, tal como se vislumbra, Raúl Castro será quien estará al mando de las cosas, es lícito adelantar que las relaciones entre Cuba y Venezuela tiendan a convertirse en relaciones de Estado a Estado, a institucionalizarse, digamos, en l

ugar de lo que hasta la fecha han sido: producto de la relación personal entre Chávez y Fidel.

Más información
Una nueva etapa política

Se trata de la relación entre un epígono embelesado y su mentor. No es concebible que esa misma química sea transferida a la relación entre Hugo Chávez y Raúl Castro.

No quiere decir esto que los acuerdos bilaterales que han hecho de Venezuela el sustituto de la desaparecida URSS como aliado subsidiador de la isla desaparecerán. Pero del mismo modo en que Chávez ha polarizado la sociedad venezolana, lo ha hecho también con la nomenklatura cubana, en la que se cuentan chavistas y antichavistas. El canciller Pérez Roque y el vicepresidente Carlos Laje estarían entre aquéllos; Raúl encabeza a los elementos más cautos y pragmáticos. De quienes logren prevalecer dependerá el cariz de las relaciones entre ambos países en el futuro.

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Hay, sin embargo, un consenso en el funcionariado cubano, y es el de que la catastrófica economía de la isla no puede, por el momento, prescindir de 3.000 millones de dólares anuales (2.047 millones de euros) ni de los 110.000 barriles de crudo diarios que recibe la isla a cambio de médicos y asesoramiento técnico para un sinfín de controvertidos programas sociales, tan erráticos e inconducentes como los que han fracasado en la isla.

Con todo, es patente la cautela con que La Habana mira la pugnacidad belicista de Chávez, en especial respecto de Colombia y las FARC. Cuba dejó atrás, hace ya mucho tiempo, toda pretensión de exportar su revolución. Entre las reflexiones últimamente publicadas por Castro en el órgano Granma, figura una observación que puede leerse como un consejo dirigido exclusivamente a Chávez: Cuba mantiene relaciones con Gobiernos de izquierda y de derecha. "Tal vez mi voz se escuche", escribe Castro al final de su mensaje de renuncia.

¿Lo hará Chávez?

Ibsen Martínez es escritor venezolano.

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