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Sanidad halla transgénicos en menos del 6% de los alimentos que revisó

En tres productos se halló soja y en otros dos, maíz modificado

Los alimentos modificados genéticamente, también conocidos como transgénicos, suman varios años de intensa polémica entre sus defensores y sus detractores. El Departamento de Sanidad ha realizado un plan de control para conocer cuántos alimentos transgénicos hay en el mercado vasco y garantizar que cumplen la normativa. En total, el 5,4% de los 92 alimentos revisados contenía algún tipo de transgénico.

Un 3,2% de las muestras incumplía la normativa de etiquetado y trazabilidad, al contener un porcentaje mayor del que permite la legislación sin indicarlo en su etiqueta. En cualquier caso, ningún producto contenía transgénicos no autorizados en la UE.

Los organismos modificados genéticamente han sido fabricados introduciendo en ellos genes de otra especie. Se inserta el gen extraño para aumentar el valor del organismo que lo recibe. Por lo general, los alimentos genéticamente modificados se crean para reducir los costes de producción en las fincas (por ejemplo, por su resistencia a plagas y enfermedades) o para incrementar la calidad del producto (mejoran la apariencia, el contenido nutricional o las características de procesamiento o almacenamiento del cultivo).

La normativa de la Unión Europea permite que los alimentos puedan contener organismos modificados genéticamente en cualquier cantidad, siempre que así lo indiquen en su etiquetado, o hasta un límite del 0,9% si no lo especifican. La UE entiende que hasta el citado nivel puede deberse a contaminaciones accidentales ajenas a la voluntad y el control de los fabricantes o de los operadores.

Con su estudio, la Dirección de Salud Pública del Departamento de Sanidad ha pretendido conocer la situación real y actualizada de consumo de transgénicos a través de alimentos en Euskadi; investigar el mercado en lo relativo a productos que han sufrido alertas alimentarias o no están permitidos en la Unión Europea; actuar en los casos en los que se incumpla la normativa y, a la vez, ha participado en un programa coordinado de muestreo a nivel nacional.

En total, los técnicos de la Dirección de Salud Pública recogieron 92 muestras de alimentos en establecimientos de venta a consumidores ubicados en Álava durante el pasado mes de noviembre. Los productos se dividieron en nueve grupos de alimentos: cárnicos, comidas preparadas, leches infantiles, papillas infantiles, harina y fécula de maíz, soja, dietéticos con soja o maíz, galletas y bollería, y arroz. Todas las muestras fueron recogidas de manera oficial y por triplicado en establecimientos de venta minorista de alimentos. Se identificaron, precintaron y acondicionaron para su transporte y después se remitieron al laboratorio donde se realizaron los análisis.

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Los técnicos investigaron qué nivel de presencia tenían diferentes variedades de maíz, soja y arroz modificadas genéticamente y se descubrió la presencia de transgénicos en cinco muestras. Tres de los productos correspondían al grupo de muestreo de productos cárnicos. En los tres se detectó soja RR (dos de ellos por debajo del 0,9% y el otro superando ese nivel).

Muestreo amplio

Los otros dos productos correspondían al grupo de harina y fécula de maíz, apreciándose soja RR y maíz MON810 por encima de los niveles legalmente establecidos. Según los técnicos que han realizado este estudio, el muestreo realizado sobre alimentos en punto de venta puede considerarse "suficientemente amplio y representativo" de los tipos de productos que con mayor probabilidad pueden contener organismos modificados genéticamente.

Para realizar la mejor planificación posible, la Dirección de Salud Pública tuvo en cuenta los datos y resultados de otros estudios realizados con anterioridad y las orientaciones procedentes de los organismos estatales que trabajan en este controvertido campo de investigación.

Un agricultor recoge maíz transgénico en un campo de cultivo.
Un agricultor recoge maíz transgénico en un campo de cultivo.MANUEL ESCALERA

Zona libre desde febrero

El Gobierno vasco declaró el pasado mes de febrero a la comunidad autónoma como zona libre de cultivos transgénicos destinados a la alimentación humana o animal. Este acuerdo conlleva una serie de compromisos, como el de establecer los mecanismos necesarios para impedir la producción en Euskadi de cultivos modificados genéticamente.

El Ejecutivo desarrollará además normas para otorgar la máxima protección a los cultivos convencionales y ecológicos. También establecerá sistemas de identificación y control y apoyará la investigación en biotecnología e ingeniería genética, siempre con la idea de impulsar métodos de producción y de cultivo tradicionales. La autorización de variedades transgénicas para su cultivo en toda España corresponde al Gobierno central, lo que resta fuerza a esta declaración del autonómico, aunque suponga una declaración de intenciones.

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