La mujer fugaz de Guerín
Un aire melancólico recorría ayer el recinto de I Giardini, donde la obra del cineasta español José Luis Guerín ayudaba a la introversión. Ayudaba el cielo gris, desde luego, y los chaparrones que provocaban explosiones de color: eran los paraguas de los visitantes privilegiados -críticos, periodistas, comisarios, galeristas...- que hasta mañana tendrán para ellos solos los dos recintos de la 52 edición de la Bienal de arte de Venecia., que se abre el domingo y se cerrará el 21 de noviembre.