Amor a toda prueba
EL PAÍS ofrece mañana 'La flauta mágica'
No es La flauta mágica una ópera para niños, como ahora se estila considerarla, ni tampoco una ceremonia de iniciación casi litúrgica. La diversión que propone y la seriedad que trasluce se desprenden de algo tan simple como una historia de amor. No un amor trágico, como los de Tristán e Isolda u Orfeo y Eurídice, sino el encuentro feliz entre dos príncipes, Tamino y Pamina. A su lado, Sarastro representa las fuerzas del bien y la Reina de la Noche, las contrarias.
La versión que EL PAÍS ofrece mañana forma parte de lo mejor de la historia de la fonografía mozartiana. Grabada en 1950, y excelentemente reprocesada, está dirigida por Herbert von Karajan y entre sus intérpretes figuran cantantes de la categoría de Anton Dermota, Irmgard Seefried, Wilma Lipp, Ludwig Weber, Emmy Loose, George London y Sena Jurinac.