"No somos una cámara frigorífica"

Pablo Menéndez (Avilés, 1974), doctor en Medicina y profesor titular del Instituto Carlos III, dirige el Banco andaluz de Líneas Celulares desde finales de 2006. Su llegada ha permitido arrastrar fondos de la Fundación José Carreras para indagar en el comportamiento de las leucemias infantiles, muy conectadas a la evolución de células embrionarias ya que la génesis de algunas de estas enfermedades arranca durante el desarrollo fetal. Menéndez aspira a que más del 20% del dinero para investigar -el presupuesto actual asciende a 1,8 millones de euros- proceda de aportaciones privadas, como esta fundación.

Pregunta. ¿Cuál es la patente que quieren registrar?

Respuesta. La derivación de líneas celulares embrionarias en ratones usando un método de disección de láser. Si funciona se pasaría a células embrionarias humanas. Pero no debo dar mucha información en este momento.

P. ¿Para qué han servido estos años en los que el banco ha estado en unas instalaciones provisionales?

R. Han servido para empezar contactos con investigadores emergentes, importar células embrionarias y adultas de diferentes tejidos, realizar sobre 40 o 50 publicaciones y tener a toda nuestra gente formada y rodada. Esperamos que ahora esto coja velocidad de crucero.

P. ¿Qué es un investigador emergente?

R. Un investigador joven que se empieza a desvincular de su anterior jefe y que tiene proyectos. Buscar talentos es un riesgo, pero también una apuesta por el futuro.

P. ¿La ciencia española ha adolecido de esto?

R. Totalmente, no se apuesta por la gente joven, se tiene miedo.

P. ¿Usted se considera un investigador emergente?

R. Soy emergente y soy un riesgo para la Consejería de Salud obviamente. La consejería apuesta por gente que tiene ganas de demostrar cosas.

P. Cuando llegó aquí dijo que se presentó al puesto por el afán investigador del banco. No quiere que sea un simple almacén.

R. Tener células congeladas no sirve para nada. Más vale tener una e investigarla bien que tener mil sin estudio. Nunca hemos sido cámara frigorífica, ni seremos ni somos. La única vía para generar conocimiento es la investigación.

P. ¿Qué significa ser el nodo central del Banco Nacional de Células?

R. Somos tres bancos [Valencia, Cataluña y Andalucía] , se está pensando en rotarlo cada varios años, pero de momento somos el nodo principal, que significa que llevamos la voz cantante en la distribución de determinados protocolos.

P. ¿Han suministrado ya material a algún centro de investigación?

R. Granada no ha suministrado líneas celulares a ningún centro. Las que vienen de fuera [Karolinska en Suecia y Sheffield en Reino Unido] no se pueden ceder a nadie porque forma parte del acuerdo que firmamos con ellos. Las que produciremos nosotros se podrán distribuir en un año o año y medio.

P. ¿Por qué tanto tiempo?

R. Nos enfrentamos a un montón de barreras éticas. Para tener éxito con una línea celular se necesitan 198 preembriones, eso significa ponerse en contacto con 400 familias para que la mitad cedan los preembriones. Es difícil.

P. ¿Cuántos tienen ya almacenados?

R. Más de 60 preembriones. Hemos establecido contactos con muchísimas clínicas y en poco tiempo recibiremos 1.100 que ya están congelados en clínicas de fecundación in vitro de toda España.

P. Al ser nombrado explicó que peleaba para atraer fondos británicos. ¿Lo ha logrado?

R. Hemos traído dinero de la Fundación José Carreras, que es alemana. Nos da unos 100.000 euros para dos años. Y estoy intentando traer dinero de la asociación británica contra la leucemia.