PÍLDORAS
Medicina regenerativa
El Centro de Cirugía de Mínima Invasión de Cáceres y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) crearán una unidad de medicina regenerativa para la búsqueda de alternativas terapéuticas en enfermedades traumatológicas y cardiovasculares. La unidad, que formará parte del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), aportará el desarrollo básico de bioseguridad, el comportamiento en cultivo de las células madre y la experiencia en animal pequeño. El centro cacereño generará los modelos de patología humana en animal grande y desarrollará estas intervenciones con técnicas quirúrgicas de mínima invasión. "Con la creación de esta unidad se fomentará el intercambio de investigadores, se generarán programas conjuntos y se podrá colaborar en proyectos europeos de forma simultánea", dice Antonio Bernard, director de la Unidad de Células Madre del CNB.- C. G.
Cariopatías congénitas
Entre 1985 y 2000, el diagnóstico de la enfermedad cardiaca congénita ha aumentado un 85% en adultos y un 22% en niños. Estos son al menos los datos referidos a Canadá, según refleja un estudio de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) publicado en la revista Circulation. Los defectos cardiacos congénitos son problemas estructurales que surgen de una formación anormal del corazón o los vasos sanguíneos principales cercanos al corazón que se producen antes del nacimiento. La mayoría son obstrucciones del flujo sanguíneo o provocan un flujo anormal de sangre a través del corazón.
Potencial cognitivo
Más de 200 millones de niños menores de cinco años no consiguen alcanzar el pleno desarrollo de su potencial cognitivo a causa de la pobreza, la mala salud, la desnutrición y el cuidado deficiente, revela un informe que publica esta semana la revista The Lancet. La mayoría de estos niños (89 millones) vive al sur de Asia y en 10 países (India, Nigeria, China, Bangladesh, Etiopía, Indonesia, Pakistán, República Democrática del Congo, Uganda y Tanzania) donde se concentra el 66% de los 219 millones de niños desfavorecidos de los países en desarrollo. Estos niños probablemente abandonarán la escuela y en el futuro tendrán bajos ingresos, una alta fertilidad y no podrán colmar las necesidades básicas de sus propios hijos, lo que contribuirá a la transmisión intergeneracional de la pobreza.
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