Sanidad rompe con 29 cadenas de comida rápida por los anuncios de Burger King

Desde el filete de vaca loca, nunca un trozo de carne había dado tanto que hablar. Las hamburguesas gigantes de Burger King o, mejor dicho, los anuncios que la empresa utilizó para venderlas, incumplen, según el Ministerio de Sanidad, el acuerdo suscrito con todas las cadenas de comida rápida para luchar contra la obesidad y no promocionar raciones gigantes. Así que el departamento de la ministra Elena Salgado lo da por anulado. La federación que agrupa estas empresas se mostró sorprendida por la decisión y la consideró injustificada porque Burger King ya ha retirado los anuncios.

El quinto punto del acuerdo firmado en 2005 por el Ministerio de Sanidad y la Federación Española de Cadenas de Restauración Moderna (Fehrcarem) -la mayoría de ellas empresas de comida rápida-, decía que las compañías se comprometían a no publicitar raciones gigantes. Ésta era una de las medidas de la Estrategia Naos, un plan lanzado por el Gobierno para prevenir la obesidad.

A finales de octubre, Burger King incumplió ese punto cuando lanzó varias campañas publicitarias en las que promocionaba el consumo de sus macrohamburguesas XXL, un producto que aporta 971 calorías diarias. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) denunció el incumplimiento y Burger King respondió con una campaña en la que promocionaba hamburguesas más grandes todavía. Esta campaña fue sustituida por otra en la que la compañía estadounidense anunciaba sus hamburguesas con el lema Come como un hombre.

Según la versión del Ministerio de Sanidad, las reuniones con representantes de Burger King y de Fehrcarem, que agrupa a 29 empresas -propietarias de más de 5.000 establecimientos, 400 de ellos de Burger King-, no dieron ningún resultado. Pero el 15 de diciembre, la compañía estadounidense retiró los anuncios. "No sabemos si fue porque hicieron caso a nuestras peticiones o porque se les acabó el contrato de la campaña", asegura un portavoz de la AESA.

Justos por pecadores

Retirados los anuncios, el siguiente paso del ministerio fue pedir a Burger King que ratificase el acuerdo por escrito. La empresa se negó, según asegura Sanidad, y por esta razón la ministra compareció ayer para decir que el acuerdo se considera anulado: "A partir de este momento, Burger King y Fehrcarem no son considerados colaboradores de la Estrategia Naos y el convenio se estima nulo", afirmó Salgado, que anunció que, de ahora en adelante, se firmarán convenios específicos con las empresas "a título individual".

Burger King aseguró ayer que la decisión de la ministra ha sido adoptada unilateralmente y que comparte con las autoridades el objetivo de mejora de la educación alimentaria y prevención de la obesidad. "Como miembro de Fehrcarem, Burger King está abierto a la colaboración con la AESA para continuar cumpliendo los acuerdos suscritos, tal y como ha venido haciendo hasta ahora", declaró ayer la empresa en un comunicado.

La valoración que Fehrcarem, la patronal de las empresas de restauración moderna hace de la decisión de la ministra es que han pagado justos por pecadores. Un portavoz aseguró ayer que la decisión les había cogido por sorpresa y que la consideraban injustificada después de que Burger King retirase los anuncios.

"Las 28 empresas restantes siempre fueron muy críticas con Burger King y le presionaron para que cediese y retirase los anuncios que incumplían el acuerdo suscrito. Eso fue lo que hizo la compañía", señala José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la Federación Española de Hostelería en la que está integrada Fehrcarem. "Por eso no entendemos muy bien que la ministra haya roto la baraja y haya suspendido un acuerdo que estaba funcionando", explicó.

El convenio suscrito por Burger King y el resto de empresas se enmarca dentro del acuerdo global para luchar contra la obesidad que atañe a varios sectores de la sociedad española. Ese acuerdo se llama Estrategia Naos (Nutrición, Actividad física y Prevención de la Obesidad) y se compone de varias medidas entre las que destaca el fomento de hábitos saludables para luchar contra el sedentarismo, un cambio en las grasas que se utilizan en la industria alimentaria y un cambio en el enfoque de la publicidad.

Pero la Estrategia Naos es sólo una guía que las empresas pueden seguir si quieren. De ahí que el Ministerio no pueda sancionar a Burger King si incumple sus compromisos. Eso es precisamente lo que critican las asociaciones de consumidores. "La respuesta final que da el ministerio deja mucho que desear", critica Rubén Sánchez de la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andalucía. "Burger King ha ganado la batalla. Primero se hizo la foto firmando el acuerdo de autorregulación y cuando lo ha incumplido no ha pasado nada", añade.

"Ha conseguido más publicidad con toda esta polémica y se ha burlado del ministerio sacando un comunicado en el que afirmaba que no iba a retirar su campaña". Esta organización pide más dureza: "Que el Gobierno legisle, que recoja en una ley o en un Real Decreto todo lo que dispone la Estrategia Naos y que lo haga cumplir de verdad, con amenazas de sanción y retiradas de campañas publicitarias a quien lo incumpla".