El ministerio denunciará la publicidad engañosa de los alimentos

El Ministerio de Sanidad podrá denunciar ante los tribunales la publicidad engañosa de los alimentos, según anunció ayer la ministra, Elena Salgado. Así se ha dispuesto en la nueva Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios, recientemente aprobada, que amplía las competencias de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), dependiente de Sanidad. Esto significa que podrá actuar ante los mensajes sobre nutrición y salud que inundan los anuncios y el etiquetado de los alimentos y que nadie sabe a ciencia cierta a qué se refieren ni si tienen algún sustento en la realidad, como "te ayuda a no engordar", "mejora el estado cardíaco" o "reduce el colesterol".

La AESA podrá a partir de ahora ejercitar ante el juez acciones de cesación para pedir la rectificación o la retirada de publicidad ilícita que afecte a los intereses de los consumidores. "El procedimiento antes era muy largo y complicado", señaló ayer una portavoz del ministerio. "Ahora se podrá actuar de inmediato y no llegar tarde por ejemplo con los productos milagro, que suelen tener una vida muy corta, al igual que las empresas que los fabrican y anuncian".

Normativa dispersa

A pesar de las nuevas competencias de Sanidad, el problema está en que la normativa está dispersa en varias leyes y reglamentos, y no está claro hasta dónde pueden llegar los fabricantes a la hora de hacer publicidad de sus productos. Pero esta situación puede cambiar en breve. La Unión Europea lleva tres años preparando una norma para determinar qué formas de marketing sobre alimentos son admisibles y se prevé que sea aprobado en los próximos meses. Cuando entre en vigor, todos aquellos mensajes que no se permitan expresamente estarán prohibidos

¿Qué podrá exigir el consumidor? El que quiera decir que su producto tiene pocas grasas o mucha fibra tendrá que ajustarse a las fórmulas que recoge el reglamento y cumplir con sus requisitos. Por ejemplo, para decir que un alimento tiene un "bajo contenido en azúcares", se deberá garantizar que tiene más de cinco gramos de azúcar por cada 100 de producto.

Las declaraciones de "propiedades saludables" son las que van a tener un control más estricto. Será más complicado que ahora decir que tal yogur quita el catarro o hace vivir 200 años. La UE aprobará los mensajes que se pueden usar y los requisitos que se deben cumplir. Si el producto asegura que se reduce el riesgo de padecer alguna enfermedad, las cautelas se extreman. En este caso el fabricante deberá pedir siempre permiso a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y tendrá que acreditar su mensaje con estudios científicos.