El libro lucha por la conquista de su futuro
Liber, con Colombia de protagonista, y el Congreso Iberoamericano de Editores toman Madrid
Los editores de Colombia llegan a la 24ª edición de Liber con el entusiasmo de mostrar el buen momento que en términos creativos está viviendo su país. Lógicamente, detrás siguen latiendo algunas complicaciones. El problema del desarrollo de la lectura y del libro en los países latinoamericanos es mucho más grave que en España por la pobreza de las propias sociedades, el bajo nivel de modernización y la escasa población lectora.
Cualquier iniciativa que vaya encaminada a incrementar los vínculos comerciales, dé a conocer los retos editoriales y establezca encuentros empresariales es buena. Y Liber está para eso. Hoy, a las siete de la tarde, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, inaugurará la nueva edición de esta cita que reúne en el pabellón 5 de Ifema, en Madrid, a 590 empresas expositoras de 16 países con, aproximadamente, 800 fondos editoriales.
España es el quinto país en el 'ranking' de países productores de libros
Pero este año no acaban ahí las iniciativas de un sector que, justo un día después del final de Liber, inaugura el VI Congreso Iberoamericano de Editores. Son dos iniciativas de carácter muy diferente, pero ambas tienen en el fondo el mismo objetivo: reforzar la vida del libro en un momento difícil. No es sólo que las nuevas tecnologías amenacen el soporte de papel, es la propia industria (editores, libreros, distribuidores) la que padece, sobre todo en los países latinoamericanos, el azote de la piratería y la reprografía. El objetivo de este congreso es rotundo: llamar la atención, invitar y, en fin, provocar a los poderes públicos para que se pronuncien. Con leyes y ayudas que protejan al sector. "Es hermoso hablar de las grandes ventajas del libro", decía ayer en una rueda de prensa Gonzalo Arboleda, el presidente del Grupo Iberoamericano de Editores, "pero lo verdaderamente complicado es hacer". Conseguir que el libro siga desarrollándose, que tenga buena salud, que conquiste nuevos lectores.
Por lo que se refiere a España, los números son los siguientes: un negocio de 2.933 millones de euros, un volumen de 69.600 títulos editados y 321, 4 millones de ejemplares producidos en 2005. Es, así, el quinto país en el ranking de países productores de libros, y en términos de comercio exterior -las ventas en el último año fueron de 452,8 millones de euros- es la cuarta potencia mundial por volumen de exportación.
Visto desde el otro lado de la barrera, en términos de lectores, el estudio de hábitos de lectura y compra de libros promovido por la Federación de Gremios de Editores señala en su segundo trimestre de 2006 que el porcentaje que se considera lector alcanzó el 55,4%. Valga esta cifra para tener una idea de lo que ocurre aquí.
Alto riesgo
Porque lo que también se adelantó ayer a la prensa es el Panorama de la edición en Iberoamérica, un estudio elaborado por distintas entidades que revela algunas cosas. Dos de ellas quedan reflejadas en el gráfico que se incluye en esta página: que la edición en España va creciendo y es sólida, que más o menos se mantiene en México y Colombia y que decrece en Brasil. El otro revela por qué el del libro es en estos países un negocio de alto riesgo: ¡el 94% de todos los títulos publicados son primeras ediciones! Muchos títulos, con vidas efímeras, poco fondo.
Todavía unas cuantas cifras de este último estudio: en España son 147,2 los títulos producidos por cada 100.000 habitantes. Comparen: en Costa Rica, 58,2; en Argentina, 41,8; en Colombia, 21,5. En cuanto a los libros vendidos por habitante, de nuevo las diferencias: España, 5,6; Brasil, 1,6; México, 1,2; Colombia, 0,4.
Con el afán de superar esos umbrales, ahí está Colombia con sus múltiples propuestas que trae a Liber. Que el país latinoamericano vive un buen momento lo revela su capacidad de proyectarse. Los escritores Laura Restrepo y Jorge Franco, y Marianne Ponsford, editora de la revista cultural Arcadia, estuvieron este fin de semana en Segovia en el Hay Festival y mostraron la versatilidad de sus propuestas y contaron de sus afanes para seducir a un número mayor de lectores.
Desde Bogotá, quien contaba el momento de su país era Mario Jursich, el subdirector de la revista El Malpensante, una sofisticada iniciativa cultural que nada tiene que envidiar en originalidad y calidad a cualquier otra cabecera internacional. "Existen ahora unas 59 revistas, han nacido unas ocho nuevas editoriales independientes, y la autoedición es un fenómeno galopante. Todo el mundo quiere escribir, contar una historia, hablar del país". Y desde Berlín, el escritor Héctor Abad Faciolince subrayaba un aspecto decisivo: la educación. "El actual alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, dedica el 40% del presupuesto municipal a educación. Está construyendo cuatro grandes bibliotecas y diez nuevos colegios en barrios populares". Ahí hay, sin duda, una fórmula de futuro.
Mientras tanto, ahora mismo en Madrid están los 40 escritores colombianos que Jorge Mario Munera ha retratado y cuyas imágenes exhibe en el Círculo de Bellas Artes; habrá cabaret literario en la terraza de la Casa de América, con lecturas de obras de diferentes autores, un recital de poesía y piano y, en la Biblioteca Nacional, una exposición bibliográfica. Y, lógicamente, el barullo comercial en Liber.
La urgencia de medidas políticas
A las once de la mañana del próximo sábado, José Luis Rodríguez Zapatero inaugurará el Sexto Congreso Iberoamericano de Editores, que se celebrará entre el día 30 de septiembre y el 2 de octubre en la Casa de América de Madrid. Es un congreso atípico. Si los anteriores reunieron a los profesionales del sector para profundizar en sus problemas y desafíos, esta vez su vocación es la de abrirse a la sociedad y reclamar la implicación de los poderes públicos en el fomento del libro y la lectura.
El Grupo Iberoamericano de Editores (GIE), con 7.500 asociados de 22 países, y que representa a la industria del libro (editores, libreros y distribuidores) de toda América, España y Portugal a través de 27 asociaciones nacionales, es el responsable de convocar este congreso, como explicó ayer en rueda de prensa Gonzalo Arboleda, su presidente. La organización del mismo ha sido cosa de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). Chile, México, Argentina, Costa Rica y Colombia han sido las sedes de los anteriores congresos.
Emiliano Martínez, presidente de la FGEE, subrayó ayer la importancia del lema del congreso, Edición y políticas públicas para el libro y la lectura,
es decir, "la necesidad de generar políticas concretas de apoyo al libro". Para conseguir esos objetivos habrá tres sesiones plenarias, dedicadas a políticas culturales, educativas y económicas. Cada una de ellas se abre con un informe realizado en esas tres áreas por el CERLALC (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe), la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Diferentes ministros de distintos países (España, Colombia, Chile, Argentina) y numerosas personalidades políticas participarán en un congreso en el que se presentará el Portal del Libro DILVE, que pretende recoger todos los libros vivos en español.
Babelia
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