Bush dice que "tomará nota" de los dirigentes cubanos que se resistan al cambio

En su primera declaración tras conocerse la enfermedad de Fidel Castro, el presidente de EE UU, George W. Bush, prometió en la noche del jueves un respaldo "completo e incondicional" a un eventual proceso de transición en Cuba. "En estos momentos de incertidumbre, insto al pueblo cubano a trabajar en favor de un cambio democrático", dijo Bush en un comunicado oficial. La respuesta de La Habana fue rápida. Según el diario oficial Granma, "la mal llamada transición es una palabra que no forma parte del vocabulario de los cubanos de acá".

Bush aprovechó la ocasión para enviar una advertencia a los actuales dirigentes cubanos que pretendan frenar un cambio de régimen. "Tomaremos nota de aquellos que, dentro del actual régimen cubano, obstruyan el deseo de una Cuba libre", afirmó. Hasta el momento, Bush había hecho declaraciones sobre la situación sólo a través de su secretario de prensa, Tony Snow.

Las palabras del presidente, quien ya se encuentra de vacaciones en su rancho tejano de Waco -este verano serán sólo de 10 días, las más cortas de su presidencia, tras las críticas recibidas el año pasado-, dejan muy claro que Washington no apoyará nunca un Gobierno al mando de Raúl Castro, hermano menor del líder cubano. "Desde hace mucho tiempo, EE UU ha tenido la esperanza de tener una Cuba libre, independiente y democrática como un vecino y amigo muy cercano", sostiene el comunicado de la Casa Blanca.

Tanto Washington como La Habana han dedicado gran parte de los últimos casi 50 años a rechazarse mutuamente. Castro criticaba el "imperialismo" de EE UU y los diferentes presidentes norteamericanos hicieron del régimen comunista del otro lado del estrecho de Florida su bestia negra. "En el caso de una transición en el Gobierno cubano", se lee en el comunicado de Bush, "estamos listos para aportar la ayuda humanitaria que se precise para ayudar al pueblo cubano".

Para apoyar los argumentos de Bush, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, afirmó el jueves por la noche, en una entrevista con el periodista Larry King de la CNN, que una transición en Cuba parece "estar en camino de una forma u otra". Dijo Rice: "Llegará el momento en que haya una Cuba libre. Llegará el momento en que ya no estemos hablando del único Estado en todo el hemisferio oeste en el que no hay un líder electo".

Las declaraciones del presidente norteamericano provocaron de inmediato reacciones de rechazo en Cuba. El diario oficial Granma recomendó a Bush que no ponga demasiadas esperanzas en la "transición" que pretende para la isla, y aseguró que en el país "reina la calma, aunque allá en Estados Unidos, y en particular en Miami, le duela a un pequeño grupito de trasnochados de la extrema derecha".

El órgano del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), institución designada como "única heredera" del comandante en jefe, asegura que Raúl Castro está "firme al timón de la nación" mientras el mandatario se recupera de su compleja intervención quirúrgica. "La mal llamada transición es una palabra que no forma parte del vocabulario de los cubanos de acá. Para nosotros", dice el diario, "las noticias hoy hablan de trabajar más y mejor por cumplir el compromiso con Fidel".

Según Granma, Bush demuestra una "ignorancia sempiterna": "Dijo que estos son momentos de incertidumbre aquí, y que Estados Unidos está absolutamente comprometido con el apoyo a los deseos de una Cuba democrática. ¿De qué incertidumbre estará hablando el mandatario?", se pregunta. Denuncia, además, que la organización del exilio Fundación Nacional Cubano Americana "ha conminado a alzamientos civiles y militares en la isla e invitan al Ejército cubano a dar un golpe de Estado". Ante los "planes anexionistas", en Cuba "se refuerzan la unidad y fortaleza de la revolución", dice Granma.

Inquietud entre disidentes

Pero las declaraciones de Bush no sólo han sido rechazadas por el Gobierno y gran parte de la población. Algunos disidentes han expresado su inquietud por unas palabras que juzgan "irresponsables" y que servirán solamente para alimentar un mayor enroque de las autoridades. "Toda la política norteamericana, siempre que sea injerencista, va a provocar un acuartelamiento en la isla", asegura el líder de Cambio Cubano y ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo.

En cierta medida, el acuartelamiento ya ha comenzado, pues en el país el llamado sistema único de vigilancia ha sido activado, al igual que todas las estructuras de defensa del país.