Zenarruzabeitia y Cabrera impulsan el proyecto europeo al que aspira Euskadi

En materia científica las miradas se dirigen ahora a la Fuente de Espalación Europea (ESS), una instalación presupuestada en más de 1.200 millones de euros que, además de para investigación, tiene aplicaciones industriales y médicas, como la terapia contra el cáncer. Ahora sólo existe este centro en Estados Unidos y Japón y la Unión Europea estudia su implantación en el continente.

Aunque el proyecto se gestó hace más de una década, éste año será clave: en los próximos meses, Bruselas decidirá si lo acomete y tambíén su ubicación. Vizcaya fue la primera en postularse para acogerlo y en octubre pasado el PNV acordó con el PSOE, a cambio de su apoyo a los Presuestos Generales, que se impulsase la candidatura. La vasca fue la primera pero luego han seguido postulándose Reino Unido, Alemania, Suecia y Hungría. Pero como la decisión primero depende de Bruselas, no ha habido muchos avances.

El último pasito fue hace dos semanas, cuando se trató en una conversación telefónica de la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia -a quien se ha encomendado la coordinación del proyecto en Euskadi- y la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera. Ambas acordaron que un representante técnico de cada institución se reúna para avanzar en el proyecto, según fuentes de la Vicelehendakaritza.

La titular de Industria, Ana Aguirre, aseguró ayer que para finales de año se espera conocer si la Unión Europea impulsa el gran centro científico y su emplazamiento. "Los plazos se han ido retrasando pero nuestra candidatura está ahí", manifestó.