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Greenpeace se suma a la petición de cierre de la pesquería de la anchoa

Los pescadores del Cantábrico pedirán hoy ayudas al ministerio

Mikel Ormazabal

La organización ecologista Greenpeace se sumó ayer a la petición de cierre total del caladero de la anchoa hasta lograr la recuperación de esta especie para la pesca comercial. Esta misma exigencia trasladarán hoy los pescadores del Cantábrico al secretario general de Pesca del Ministerio, Juan Carlos Martín Fragueiro, a quien solicitarán un resarcimiento económico por el perjuicio que les ha ocasionado la apertura del caladero.

La solicitud de prohibir la pesca de la anchoa es ya un clamor. A la petición hecha por los pescadores, los científicos de Azti y el Gobierno vasco, se sumó ayer Greenpeace. Su director, Juan López de Uralde, calificó de "catastrófica" la situación del caladero, por lo que reclamó su "cierre inmediato y sin límites temporales", hasta constatar la recuperación "total" de la especie que permita reinicar la actividad pesquera "con garantías".

Según las conclusiones del estudio de Azti (instituto de investigaciones marinas), la biomasa de la anchoa se sitúa en 20.300 toneladas, por debajo del límite de riesgo de colapso de la especie (21.000 toneladas). "El caso de la anchoa ilustra a la perfección cómo se están desoyendo en política pesquera las señales de alarma de los científicos y las organizaciones ecologistas. Se lleva al agotamiento un caladero tras otro, y sólo se toman medidas cuando no hay remedio", manifestó López de Uralde en un comunicado.

El consejero de Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, insistió ayer en que a esta situación de "grave riesgo" se ha llegado por la decisión de la UE de reabrir la pesquería esta temporada, en contra del criterio de los científicos y de los pescadores. Las autoridades comunitarias adoptaron esta medida en diciembre pasado, según dijo, a instancias de los Gobiernos español y francés. Por esta razón, Samaniego expresó su confianza en que el Ministerio "sea consciente de cuál es el efecto que ha tenido su decisión y sepa asumirla".

El Ejecutivo autonómico ha solicitado reunirse con el comisario de Pesca, el noruego Joe Jorg, para transmitirle su preocupación por el estado de la pesquería. También ha pedido estar presente en el comité consultivo de la pesca de la UE, que se reunirá el próximo 12 de junio para tomar cuenta de la postura del sector y de los gobiernos a la hora de decidir si cierra o no la pesquería.

Previamente a esta cita, los pescadores del Cantábrico mantendrán un encuentro en Madrid con Martín Fragueiro, a quien expondrá la delicada situación de la anchoa. También tienen previsto solicitar una indemnización al ministerio por los daños que les ha ocasionado la decisión de abrir el caladero. En este sentido, Samaniego aclaró que el Ejecutivo autonómico, en principio, no puede otorgar ayudas a los pescadores si no hay una autorización por parte de Bruselas, y añadió: "Quienes adoptaron en su día la decisión equivocada y no responsable de reabrir la pesquería son quienes deben asumir este tipo de compensaciones".

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Por su parte, Oceana, la organización internacional para la protección de los océanos, solicitó a la Comisión Europea que sancione duramente a España por su "mala gestión" de la pesquería.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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