Las instituciones de Baleares asumen el coste de la capilla de Barceló en la catedral de Palma
Las instituciones de Baleares acordaron ayer asumir el coste de la realización de las cinco vidrieras y de la iluminación artificial -alrededor de un millón de euros- para completar la instalación del conjunto monumental de la cerámica escultórica, que el artista Miquel Barceló creó para una capilla gótica de la catedral de Palma de Mallorca. La obra, de 300 metros cuadrados de terracota y más de cien de vitrales, podrá contemplarse a lo largo de 2006. Desde agosto de 2004, la cerámica está terminada y prendida en los muros de la catedral pero oculta tras un telón negro.
Los cinco ventanales con transparencias y sombras coloristas dibujados por Barceló se ajustan a la temática del conjunto de esta obra de arte, centrada por indicaciones litúrgicas en el milagro de los panes y los peces. La capilla seguirá dedicada al culto y a la reserva eucarística.
Barceló creó también el sagrario y situó sobre él y en el centro de la capilla una destellante figura nívea y en relieve que representa un Cristo. Cerca de la intervención de Barceló en aquella escultura de aire están los trazos de 1900 de Jujol y Gaudí.
Gran lienzo barroco
Miquel Barceló terminó en Nápoles, en 2003, este gran lienzo barroco de arcilla cuarteada al azar en el horno para evitar la sensación del mosaico geométrico, que contiene más de dos mil figuras y detalles distintos. El artista trabajó directamente durante más de cien días toneladas de fango húmedo pero dedicó dos años largos a los preparativos y ensayos previos. La cerámica encaja como un guante sobre los tres muros de la capilla.
La financiación de la primera fase la intervención -el revestimiento cerámico- supuso el desembolso de más de 2,5 millones de euros, que fueron aportados, en el año 2002, en gran parte por el anterior Gobierno balear de izquierdas y una parte por la fundación de empresarios que sufragó el nuevo yate Fortuna del rey Juan Carlos. Barceló diseñó y donó el mobiliario litúrgico, de piedra, ya instalado.
Durante el último año y medio, hasta ayer, cuando se logró el compromiso del Gobierno balear y el Ayuntamiento de Palma -ambos del PP-, no cuajaron las gestiones para hallar mecenas para culminar la espectacular obra de arte contemporáneo en un gran contenedor gótico.
El artista habló sobre su intervención en la catedral de Palma en la pasada Feria del Libro de Francfort. Allí presentó el libro La catedral bajo el mar (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), con fotografías de Agustí Torres. Barceló recibió el monumental encargo del que fue obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda, quien antes de fallecer, sin poder ver culminada la instalación en mayo de 2003, pidió ser enterrado a los pies del barceló.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Monumentos
- Miquel Barceló
- Palma
- Gobierno autonómico
- Baleares
- Iglesia Católica española
- Patrimonio histórico
- Comunidades autónomas
- Patrimonio eclesiástico
- Administración autonómica
- Política autonómica
- Patrimonio cultural
- Gobierno
- España
- Arte
- Administración Estado
- Iglesia católica
- Administración pública
- Política
- Cristianismo
- Religión
- Cultura