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Reportaje:

La bodega que vistió el titanio

El Artium presenta el revolucionario proyecto de Frank Gehry para Marqués de Riscal en la Rioja Alavesa

Cuentan que, tras degustar una botella de Marqués de Riscal del año de su nacimiento, el arquitecto Frank O. Gehry (Toronto, Canadá, 1929) decidió atender la sugerencia de la bodega más antigua de Rioja Alavesa y diseñó un edificio para albergar su nueva sede. Sea o no cierto el relato, la realidad es que el edificio ya está casi terminado y supondrá un antes y un después en la arquitectura de bodegas en todo el mundo. Para comprobarlo, sólo hace falta visitar la exposición que le dedica el Artium hasta el 8 de enero.

Se trata de la tercera de las muestras que la pinacoteca dedica a la arquitectura en el mundo del vino. La tarea de divulgación comenzó con Baigorri en Samaniego, obra de Iñaki Aspiazu; siguió con Ysios en Laguardia, edificio firmado por Calatrava y, de momento, se remata con la ambiciosa obra de Marqués de Riscal. Es también la exposición más completa de la serie e incluye interesantes guiños para los aficionados sobre la forma de trabajar de Gehry, quien ha contado en Elciego, como en el Guggenheim, con la colaboración de César Caicoya.

La muestra incluye maquetas, piezas, planos, fotografías y varios audiovisuales
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Tras recordar los mejores productos de la bodega creada en 1860, la exposición se adentra en el mundo que Gehry ha creado con la presentación de la pieza denominada canopy, una de las estructuras que integran, a modo de gigantesco mecano, el revestimiento de titanio de la bodega. La pieza de acero y titanio, de casi seis metros de alto y unas tres toneladas de peso, ha debido ser desmontada primero y montada luego dentro de la propia sala de exposición.

Varias piezas más, iguales a las usadas en la construcción del edificio, permiten al visitante conocer de cerca la dimensión y la textura reales del material. Gehry, exigente donde los haya, pide que los operarios que construyen sus complicadas estructuras se entrenen previamente con maquetas hechas con el mismo titanio y a tamaño real. Estas piezas se muestran acompañadas de los planos originales del edificio.

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La exposición se abre a continuación a un espacio presidido por la maqueta del edificio de Elciego, junto con una serie de 18 fotografías de maquetas de las diferentes fases del proyecto. Aquí se puede apreciar su evolución desde los primeros bocetos hasta la propuesta definitiva. El conjunto se completa con varios dibujos de proyecto originales y 17 planos con diferentes plantas y alzados.

Al igual que el edificio se integra con la antigua bodega de los Herederos de Marqués de Riscal, la exposición hace una incursión en el pasado a través de 12 fotografías que documentan labores comunes en la bodega en los siglos XIX y XX: la fabricación de barricas, la elaboración del vino, el trasiego, el embotellado y el etiquetado.

Finalmente, la muestra dedica una sección a documentos audiovisuales en los que el visitante puede contemplar imágenes de Gehry cedidas por ETB, conocer el funcionamiento del avanzado programa informático que emplea para modelar en tres dimensiones sus edificios y ver una serie de diseños del revestimiento exterior.

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