Iberoamérica busca su modelo de inmigración

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso la creación de un "modelo iberoamericano para la gestión de las migraciones", es decir, un consenso sobre el ordenamiento de los flujos de personas, durante su discurso ante los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a la 15ª Cumbre Iberoamericana, inaugurada ayer en Salamanca con la tragedia natural ocurrida en América Central como preocupación de fondo. La envergadura del fenómeno migratorio no pasó inadvertida en un foro constituido por naciones emisoras de millones de emigrantes. La propia Secretaría General Iberoamericana (SGI), que preside Enrique Iglesias, pedirá autorización a los Gobiernos miembros de la cumbre para convocar cuanto antes una conferencia con todos los sectores implicados en el fenómeno migratorio.

Zapatero propone la creación de un "modelo iberoamericano para la gestión de las migraciones"

Los mandatarios abordan la prevención de desastres naturales como los que han golpeado a México y Centroamérica

Para el Rey, América es "un compromiso consustancial a la propia identidad de España, consagrado en la Constitución"

La cumbre arrancó sin la presencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, que llegó después de la tradicional foto de familia, y bajo la presidencia de los Reyes de España, que han asistido a las 14 cumbres anteriores. Cinco mandatarios latinoamericanos no asistieron: Antonio Saca (El Salvador), Óscar Berger (Guatemala), Alfredo Palacio (Ecuador), Enrique Bolaños (Nicaragua) y Fidel Castro (Cuba). La cumbre dio la bienvenida a Andorra, nuevo miembro.

La prevención de los desastres naturales, entre ellos el que ha causado graves daños a Centroamérica y México y más de 2.000 muertos ocupó una de las sesiones de trabajo de la primera jornada. Los jefes de Estado y de Gobierno guardaron un minuto de silencio por las víctimas.

La gobernabilidad regional preocupa tanto que se estudia el lanzamiento de una Escuela de Gobierno Iberoamericano, en la que se faculte a los cuadros dirigentes de un área permanentemente castigada por los golpes, los desgobiernos, la corrupción oficial y la escasa probidad en el ejercicio del cargo.

Plenitud democrática

La democracia fue nuevamente invocada en alguno de los discursos, concretamente en el de Zapatero, que reclamó "un espacio de libertad y plenitud democrática". "La democracia es un proceso incluyente en continua revisión (...) Confío en que podamos presentarles conclusiones que incidan en el día a día de nuestras sociedades", dijo.

La democracia y la gobernabilidad son condiciones imprescindibles para la prosperidad de América Latina, con cuyo desarrollo en todos los órdenes se comprometió el Rey en su discurso: "Un compromiso consustancial a la propia identidad de España, consagrado en la Constitución".

El rey Juan Carlos lanzó un brindis ayer en el Casino de Salamanca que desató las risas de los mandatarios que asistieron a la cumbre iberoamericana cuando dijo: "Alcemos nuestras copas, en las que por cierto no nos han puesto nada...". El descuido hostelero fue inmediatamente subsanado y el monarca agradeció las muestras de afecto que recibió ayer con motivo del trigésimo aniversario de su proclamación como Rey.

La cumbre debatió en su primera jornada las vías para reducir la pobreza y atenuar los efectos del encarecimiento del crudo sobre los presupuestos nacionales, según explicó Iglesias al término de la primera jornada de trabajo. Admitió que peligran los Objetivos del Milenio: mitigar la pobreza sustancialmente.

Uno de los temas fundamentales del foro es la emigración. Zapatero dijo que los presidentes debatirían sobre "esa corriente de ida y vuelta tan dura para millones de seres humanos". "Debemos ser capaces de establecer, desde los profundos criterios de humanidad, hospitalidad y solidaridad, un modelo iberoamericano para la gestión de las migraciones", añadió.

La creación de un espacio colectivo común latinoamericano de Seguridad Social, mediante la convergencia de las legislaciones nacionales, y nuevos marcos de regulación y acuerdos bancarios o gubernamentales para aprovechar las potencialidades de las remesas fueron asuntos abordadas en el Foro Cívico Iberoamericano, clausurado por María Teresa Fernández de la Vega. La vicepresidenta del Gobierno propuso que se eleve la ayuda oficial al desarrollo hasta el 0,7% del PIB de los países desarrollados.

Una de las conclusiones de los expertos y organizaciones sociales del foro, fue la creación de mecanismos continentales con el objetivo de "eliminar los abusos de la intermediación financiera". Esa propuesta fue trasladada a la dirección de la cumbre, que hoy abordan varios aspectos del tema migratorio. Los inmigrantes en España enviaron a sus países en el año 2004 un total de 3.500 millones de euros, según un informe de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

Todas las estadísticas muestran una realidad que refleja la escasa vitalidad de las economías: en muchos países, el importe de sus remesas suma más que el total de la inversión extranjera y la ayuda internacional. Más de 40 millones de latinoamericanos emigraron, desde hace décadas, hacia naciones desarrolladas, con Estados Unidos como principal destino, debido al fracaso de las economías nacionales. Sus envíos de dinero llegan a suponer el 2% del PIB de algunos países.