La infancia alegra y colorea la fiesta del libro

Hubo más gente que nunca ayer en el recorrido de inauguración de la 64ª Feria del Libro, en el Retiro madrileño. Ni el calor, que superó los 30 grados; ni la nube de periodistas que hacían sombra al bombardeo de los fotógrafos y las cámaras de televisión; ni los servicios de seguridad pudieron echar atrás la avalancha movilizada de caseta en caseta de curiosos y los grupos de lectores, estudiantes, infantes -incluso hasta el lugar se acercaron 50 niños de una guardería cercana- y jubilados que se dejaron caer a las doce de la mañana para acompañar en su paseo a los príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, por la principal arteria de la cultura estos días en la capital, hasta el 12 de junio.

Llegaron más que puntuales. Antes de la hora prevista. Saludaron a gran parte de los curiosos que había en el centro del recorrido y pararon, en primer lugar, en la caseta de publicaciones del Ministerio de Cultura. Allí, la responsable de esa cartera, Carmen Calvo, les entregó, para abrir la veda de regalos infantiles y preparar las lecturas de su futuro hijo, los Cuentos completos de Hans Christian Andersen y -ya más para ellos- un libro sobre ilustradores del Quijote y una edición facsímil de la revista Poesía.

Además de Carmen Calvo, que acompañó a los Príncipes en su primer recorrido -entre parte de las 370 casetas con 376 firmas expositoras de 122 librerías, 193 editoriales, 27 distribuidores y 34 organismos oficiales-, participaron en el paseo otras autoridades junto a los anfitriones, Purificación Prieto y Teodoro Sacristán; la presidenta y el director de la feria. Estuvieron Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Santiago Fisas, su consejero de Cultura; Rogelio Blanco, director general del Libro, y Alicia Moreno, concejala de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, junto a patrocinadores y otros organizadores del evento.

Felicitaciones

A lo largo de una hora y media, la comitiva fue entrando y saliendo de pabellones, parando en casetas y comentando las novedades y las curiosidades que más les llamaban la atención. Entre tanto, firmaron autógrafos, repartieron besos y apretones de mano y recibieron muchísimas felicitaciones -dirigidas sobre todo a doña Letizia- por su embarazo.

El ambiente respondía a las mil maravillas al lema que se ha elegido para la feria de este año: Los jóvenes y los libros. Los había para todos los gustos. Desde coleccionistas de saludos, como Ricardo Peñalva -"les he dado siete veces la mano y los de seguridad me han dicho que no me pase más, aunque yo pienso seguir hasta 10", decía- hasta sus colegas Leticia, Rafa, Rubén, Rosario y María, que lo habían hecho dos y tres veces. También estudiantes de Historia del Arte -una carrera que está amenazada de muerte-, que les saludaron con algunas pancartas y pegatinas en la frente como Laura García Serrano, que lucía la siguiente: "Sin Historia, tu país no tendrá imagen". A su lado, Berta Campuzano Solana, compañera suya de la Complutense, afirmaba: "Hemos venido de todas partes de España", mientras algunos entre el público les recriminaban que hubiesen ido a manifestarse y a buscar polémicas allí.

Varios miembros de la Casa Real guardaban en bolsas lo que iba cayendo y otros, cuando los Príncipes abandonaban las casetas, preguntaban discretamente si se debía algo. Hubo, sobre todo, ejemplares para el hijo que esperan. En el pabellón infantil, el Príncipe sonrió cuando le dieron Mi papá, de Anthony Browne, o Niños: manual del usuario (o cómo funcionan los niños), de Babette Cole, y El cuento del señor Pato, de Juanvi Sánchez. En la caseta de Ariel, ante la que estaba cayendo, don Felipe, que se presentó con traje y corbata, aseguró a los libreros: "Aquí hay que venir en camiseta, pantalón corto y con más tiempo".

Fue antes de entrar en el pabellón de Radiotelevisión Española, donde les recibió una banda de músicos de la orquesta sinfónica de la casa a ritmo de Ragtime y donde la directora, Carmen Caffarel, les regaló un lunni. "¿Cuál?", le preguntaron luego. "La de las trenzas, Lupita, creo que es, pero si tenéis dudas, preguntadle a cualquiera de los niños que hay por aquí", dijo.

Más bibliografía para tiernos lectores: en Círculo de Lectores recogieron otros tantos cuentos de Andersen y los hermanos Grimm, pero en una edición ilustrada por Nikolaus Heidelbech, y un Cuaderno del bebé, para que vayan rellenándolo ellos con los primeros pasos del futuro heredero. En SM descubrieron nuevos formatos, como el libro almohada titulado El oso grande y otro cuaderno más para registrar: Diario de mi primer año.

Su última parada fue en la caseta de Santillana, donde les recibió la consejera delegada, Isabel de Polanco. Allí, el Príncipe se interesó por Humanidad, de Stuart Walton, y también recogió El turno del escriba, de Ema Wolf y Graciela Montes, último premio Alfaguara; la Poesía completa de José Saramago y Ardashir, rey de Persia, de Olalla García, con el que los Príncipes conocieron el lanzamiento de la nueva colección Suma de Letras, que dirige Ana Rosa Semprún.