Zapatero anuncia una conferencia en España para canjear deuda por programas educativos

La convocatoria de una reunión en España para estudiar el canje de deuda por programas educativos y la asunción por la XIV Cumbre Iberoamericana del proyecto de Alianza de Civilizaciones que el presidente del Gobierno presentó el pasado septiembre a la Asamblea General de la ONU son los dos resultados concretos más destacados ayer por José Luis Rodríguez Zapatero al término de una reunión que el propio presidente definió como "un paso adelante en el fortalecimiento del proyecto iberoamericano", pese a las ausencias de líderes destacados.

La condonación de deuda asociada al empleo de los fondos condonados en proyectos educativos concretos es una nueva herramienta de cooperación que Zapatero presentó también ante la ONU y que la delegación española ha traído como elemento destacado a esta cumbre de San José, centrada precisamente en la educación como palanca esencial del desarrollo.

La reunión que se convocará en España el próximo año tendrá por objeto desarrollar ese proyecto mediante el diálogo entre países tenedores de deuda y sus deudores iberoamericanos, según precisó el presidente, que, sin embargo, no estuvo en condiciones de detallar el nivel del encuentro ni tampoco el monto de crédito que España está dispuesta a condonar. Zapatero dijo tener una cifra precisa sobre este último aspecto, pero consideró "prematuro" revelarla, dado que el plan está en sus primeros pasos.

No es ése el caso de la Alianza de Civilizaciones, pues ya en septiembre hubo un primer contacto con el secretario general, Kofi Annan, para pedirle que diera los pasos necesarios a fin de que la Asamblea General apruebe un Grupo de Alto Nivel encargado de poner en práctica el diálogo. Zapatero reveló ayer que la próxima semana España designará dos representantes especiales pedidos por Annan para redactar una agenda que permita presentar el proyecto a la asamblea en condiciones favorables.

También consideró que el hecho de que la Cumbre Iberoamericana haya asumido la idea como propia va a ser definitivo de cara a su aprobación. "Esta propuesta, a partir de hoy, no es ya de España, sino de la comunidad iberoamericana, una comunidad que tiene como señas de identidad la capacidad de diálogo, la consistencia de pueblos y culturas", dijo. El presidente destacó, por otra parte, "la enorme potencialidad" de América Latina como eje del encuentro entre civilizaciones, sobre todo en la vertiente Norte-Sur.

Ambos resultados se enmarcan en un balance final optimista trazado por el jefe del Ejecutivo, que destacó los logros de la XIV cumbre en cuatro campos básicos. En el político, señaló que la reunión de San José había sancionado "un consenso esencial" para la lucha contra el terrorismo desde el multilateralismo y la legalidad internacional. Reconoció, no obstante, que los 21 no habían abordado el tema concreto de Irak, un país al que Honduras, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana enviaron tropas integradas en el contingente español.

En el terreno económico, Zapatero anunció que España se propone dar un impulso definitivo a las negociaciones de un Acuerdo de Asociación de Centroamérica con la UE, un anhelo que hasta ahora ha topado con muchas dificultades, y aseguró que la fecha objetivo señalada para concluir es el año 2005.

En el terreno cultural, informó de que España había presentado una "carta-compromiso" para que el foro iberoamericano extienda su influencia internacional con las dos lenguas que le representan, el español y el portugués.

Otro capítulo importante que Zapatero declaró abierto en San José es el de la cooperación iberoamericana en materia de seguridad y justicia, que, dijo, contribuirá a la expansión del campo de la libertad y la democracia en todo ese ámbito.

Secretaría Permanente

La aprobación de los estatutos de la Secretaría Permanente representa para el presidente del Gobierno la certeza de que las cumbres iberoamericanas tendrán pronto "una voz común en el mundo".

Con ese balance, Zapatero declinó pronunciarse sobre si la cumbres deben ser "resucitadas", a la vista de que las ausencias de líderes en este encuentro de San José abarcan, por distintos motivos, a los de Chile, Brasil, Perú, Venezuela, Cuba y Portugal. Dijo que, por "el profundo respeto" que merecen todos los dirigentes, no se puede calificar de fracaso un encuentro en el que han participado los jefes de Estado y Gobierno de otros 20 países.

Refiriéndose específicamente al líder del PP, Mariano Rajoy, que ayer criticó que en la cumbre de San José no había estado "ni el tato" y responsabilizó de ello al Gobierno, Zapatero evitó comentar si su oponente ha faltado a ese respeto básico. "Preferimos pensar que no ha dicho lo del tato, porque, además de los representantes de más de quinientos millones de personas, en San José estuvo el Rey de España", añadió un portavoz del Gobierno.

El presidente informó de que se está ya trabajando para que la cumbre del próximo año, que se celebrará en Salamanca coincidiendo con el 15º aniversario de este foro, sea un éxito total, sin problemas de agenda que impidan participar a los líderes.