_
_
_
_
Tribuna:III CONGRESO INTERNACIONAL DE LA LENGUA ESPAÑOLA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El español no está en peligro

Les traigo la noticia de que el español no está en peligro.

Está, más bien, protegido, por dentro, por las lenguas regionales, por los idiomas nativos, por las hablas de la mezcla fronteriza.

En este III Congreso de la Lengua Española es bueno reconocerlo: esas lenguas son la armada elocuentemente invencible que conduce al español a todas las orillas. En México como en Perú, proveen al español no sólo los nombres de la abundancia (del chocolate a la papa) y la geografía sino las inflexiones afectivas que multiplican diminutivos, transposiciones sintácticas y sincretismos de todo orden. El español crece por dentro, deudo endeudado de las hablas nativas.

Otro tanto ocurre, es cierto, con las mismas lenguas aborígenes, que siguen incorporando nuevos registros gracias a que siendo lenguas aglutinantes pueden sumar y contaminar otros lenguajes, como un nuevo mapa que gracias al español reapropiado crece y amplía el mundo local haciéndolo universal. El español que hoy hablamos es transatlántico, hecho en las idas y vueltas, siempre más otro y más mismo.

Más información
El siglo XXI, contra el monolingüismo

Bien sabemos que muchas lenguas tribales han desaparecido con sus hablantes como desaparece un bosque al paso de lo moderno irreversible. Pero también es cierto que las lenguas nativas de mayor memoria cultural se han robustecido y crecido, incluso reparando sus pérdidas, en diálogo ante el espejo del español, desarrollando estrategias culturales de negociación, préstamo, transcodificación y complementaridad.

Con un refinamiento intelectual que trasciende la penuria colonial y la condición meramente subalterna; con una capacidad de resistencia activa, de respuesta, redistribuyendo el espacio compartible, esas poblaciones nativas, en diversa fluidez de mestizaje creativo, han sido capaces de reprocesar la violencia, traducir lo moderno, y poner a trabajar lo nuevo como otra herramienta de su heterogeneidad. Porque si hubiese una sola verdad, un solo pensamiento dominante, América Latina no tendría lugar en este mundo. Sólo lo tiene porque lo heterogéneo es, en buena parte, su creación, y en ella nos alberga a todos, borrando fronteras, y acrecentando nuestra humanidad.

Creo que en cuanto reconocemos el valor cultural de los pueblos migratorios, la audaz expresión de sus sagas, reconoceremos que no se trata más de víctimas, y que la victimización es una lectura reaccionaria que representa como subsidiaria una cultura que no podemos separar sin autonegación.

Nuestro español -el español más nuestro en cada Congreso de la Lengua- no conoce peligro. Posee, más bien, el exceso de identidad de su tránsito.

A esa circulación nos debemos. Lo que tienen en común el quechua y el catalán, el nahuatl y el gallego, es el español, el multilenguaje de la cultura atlántica del siglo XXI.

Julio Ortega es profesor de Estudios Hispánicos en la Universidad de Brown, Providence, Estados Unidos. Coordina una de las secciones del III Congreso de la Lengua.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_