EE UU aprueba que el aceite de oliva se venda como alimento cardiosaludable

La Agencia del Medicamento y la Alimentación estadounidense (FDA) ha aprobado que el aceite de oliva pueda venderse como un producto que reduce el riesgo de enfermedad coronaria. La FDA incluso establece una dosis óptima: dos cucharadas soperas (unos 23 gramos) que deben sustituir a una cantidad similar de grasas animales (manteca, sebo) de las que se usan para cocinar. En España, primer productor mundial de aceite de oliva, Italia o Francia, principales exportadores a Estados Unidos, no se puede usar esta recomendación porque la UE lo prohíbe.

"Una evidencia científica limitada y no concluyente sugiere que tomar unas dos cucharadas soperas de aceite de oliva diariamente puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria debido a la grasa monoinsaturada [el ácido oleico]. Para alcanzar este posible beneficio, debe sustituirse una cantidad similar de grasa saturada [de origen animal] y no aumentar el número total de calorías que se ingieren al día", señala el documento aprobado por la FDA.

Esta recomendación (llamada técnicamente alegación sanitaria) es la tercera que realiza la FDA sobre propiedades saludables de alimentos completos, después de la que se refiere a frutos secos en general y nueces en concreto, también recomendables para prevenir enfermedades cardiacas. A esta reducida lista hay que añadir componentes de alimentos como los ácidos omega-3 que se encuentran naturalmente en pescados como el salmón, la trucha, el atún o la sardina, beneficiosos para el corazón; el ácido fólico, para el desarrollo neuronal del feto; o el selenio, para algunos tipos de cáncer.

La nueva calificación del aceite de oliva es una noticia "muy positiva", fruto de dos años de gestión de la North American Olive Oil Association, que agrupa a importadores y exportadores, explicó ayer Juan Vicente Gómez Moya, director de la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), una organización que forma parte de la asociación norteamericana.

Estados Unidos importó en 2003 unas 215.000 toneladas de aceite de oliva, de las que el 20% eran españolas. "Esta cantidad representa un pequeño boom, porque hace 15 o 20 años no importaban más de 30.000 toneladas", añadió Gómez Moya. Asoliva confía en que las ventas aumenten después del cambio en el etiquetado.

Mientras en Estados Unidos la FDA aprueba este cambio en el etiquetado, en la UE su uso está prohibido. Según la ley del medicamento española, si se atribuyen propiedades curativas a un producto, éste pasa a ser un medicamento y sólo se puede vender en farmacias. La UE está revisando esta regulación, que mientras tanto es fuente de conflicto entre fabricantes de los llamados alimentos funcionales (enriquecidos o saludables) y los laboratorios. La causa está en el uso publicitario: un anuncio de una margarina con una sustancia que no sube el colesterol, por ejemplo, no tiene que pasar por el control de la Agencia Española del Medicamento, pero el de una pastilla que tenga la misma composición, sí.