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Reportaje:

A su salud

Un equipo científico de la Universidad de Sevilla afirma que el consumo moderado del vino de Jerez reduce el colesterol

El refranero asegura que "el vino de Jerez remoza la vejez" y en una bota de la sacristía de la bodega de Domecq, el premio novel Alexander Fleming (1881-1955) dejó escrito que, "si la penicilina cura a los enfermos, el jerez resucita a los muertos". Ahora, un equipo científico del departamento de Medicina de la Universidad de Sevilla afirma, tras un estudio realizado durante ocho meses, que el consumo moderado del vino de Jerez reduce de manera significativa el colesterol y mejora el riego sanguíneo.

La clave está en la copa diaria de vino. El jerez contiene, como algunos otros vinos, polifenoles, ácidos antioxidantes que combaten el colesterol malo (LDL), según el estudio, y evita que se adhiera a las paredes interiores de las arterias. Estas sustancias tienen, además, un efecto anticoagulante y favorecen la vasodilatación.

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Los beneficiosos agentes activos aparecen en la piel, en la pulpa y en la semilla de la uva Palomino, que de forma mayoritaria se cría en los pagos del marco. Sus principios pasan al vino en el proceso de elaboración y están presentes, en altas concentraciones, en cada una de los tipos de vino que genera el marco.

El estudio concluye que la especialidad que mayor capacidad tiene en la eliminación del colesterol es el vino fino, que se cría, fundamentalmente en El Puerto de Santa María. Le siguen, en orden de efectividad, el oloroso, la manzanilla y el amontillado.

El estudio advierte de que el vino contiene etanol, una toxina que puede, en caso de consumo abusivo, afectar al sistema hepático y digestivo. Por lo tanto, los especialistas insisten en la conveniencia de un consumo moderado. Con todo, la influencia del jerez en el organismo depende del peso del consumidor y de su capacidad para asimilar el vino.

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Las conclusiones del trabajo de la Universidad de Sevilla ya han sido publicadas en el Journal of the science of food and agriculture (Boletín de la ciencia de la alimentación y la agricultura), aspecto que destacó como "muy importante" el presidente del Consejo Regulador del marco de Jerez, Jorge Pascual.

El organismo que preside Pascual va a encargar nuevos estudios a las universidades de Sevilla y Cádiz para analizar los efectos del vino en otras enfermedades y dolencias, como el resfriado común. "Nuestros abuelos lograban curar la enfermedad con una copa de jerez a la que se le añadía una yema de huevo", recuerda Pascual, "ya sabemos que funciona, pero ahora queremos saber por qué".

También la tradición andaluza concede a los caldos de Jerez propiedades antisépticas y efectos beneficiosos en el tratamiento de la anemia. Los estudios pretenden analizar, concluye Pascual, "uno de los pocos productos que satisface el paladar y ayuda a mantener una dieta sana".

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