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Reportaje:CONFERENCIA MUNDIAL DEL SIDA

Sin armas nuevas para atacar la peor epidemia de la historia

La reunión internacional se cierra con un balance en el que pesan más los desencuentros y los fracasos que los logros

La Conferencia contra el Sida de Bangkok se cierra sin grandes avances. Su lema (Acceso para todos), las cifras (se esperan 15 millones de infectados en los próximos tres años), los discursos de los dirigentes y los gritos de los activistas "¡Mientras nosotros hablamos, otros mueren!") muestran que desde Barcelona 2002 apenas se han logrado progresos. En este tiempo ha habido 10 millones de infectados y cinco millones de muertes, y se ha confirmado la virulencia de la epidemia a Asia y Europa oriental.

El último día de la conferencia vivió los coletazos del debate sobre la financiación. La representante de la UE, Lieve Fransen, rebatió la afirmación del portavoz de EE UU y recordó que la Unión de los 25 aporta el 60% de la financiación del Fondo Mundial, la principal herramienta de ayuda a los países pobres.

La reunión no recoge avances significativos ni en tratamientos ni en vacunas

A continuación se exponen los principales puntos de debate.

- Financiación. Aparte de la discusión por quién da más -si Estados Unidos o la Unión Europea-, el presidente de Onusida, Peter Piot, el de la conferencia, Joep Lange, y Nelson Mandela han coincidido en que hace falta mucho más dinero y una organización con capacidad de liderazgo para gestionarlo. Para el año que viene la ONU necesitará 12.000 millones de dólares (más de 9.500 millones de euros). Pese a los anuncios de la Fundación Bill y Melinda Gates, de la UE, Australia, Canadá y Japón, la cantidad con que la ONU cuenta apenas llega a la mitad.

Esta cifra no incluye la mayoría de los 15.000 millones de dólares (12.000 millones de euros) que ha prometido Estados Unidos. De ellos, menos de 1.000 millones son para la ONU. El resto queda al arbitrio del Gobierno estadounidense, que no se fía de la eficacia de los organismos internacionales, y que tiene el compromiso de dedicar al menos el 7% a fomentar la abstinencia como mecanismo de prevención.

- Mujer y prevención. Las mujeres son ya casi la mitad de las personas infectadas en el mundo (llegan al 57% en el África subsahariana). Ello no sólo amenaza los precarios sistemas de atención a los afectados actuales. También obliga a cambiar las políticas de prevención. La falta de información, el machismo, la pobreza y la discriminación dejan inservible el programa estadounidense llamado ABC (siglas en inglés de abstinencia, fidelidad y uso de condones), según Piot. La buena noticia es que es posible que en cinco años estén disponibles los primeros microbicidas (geles vaginales que actúan como un condón invisible), de acuerdo con la Iniciativa Internacional por los Microbicidas.

- Tratamientos. El balance de la conferencia ha sido bastante pobre. No hay novedades sobre nuevas familias de fármacos, y los avances se centran en simplificar las pautas de administración para facilitar su seguimiento y en reducir los efectos secundarios. Sólo se prevé una nueva familia de antivirales, los inhibidores de la integrasa (ver gráfico) a medio plazo. Sí ha habido progresos en el abaratamiento de los fármacos y el fomento de genéricos, aunque su utilización se enfrenta a las presiones de EE UU, que condiciona sus ayudas a que no se usen.

- Vacunas. Los expertos coinciden en que la vacuna será la solución, pero todavía está muy lejos. Faltan fondos y coordinación en los ensayos (hay 33 modelos en prueba, pero todos son de dos tipos). Hasta su mayor valedor, la Iniciativa Internacional por una Vacuna contra el Sida, duda si iniciar los ensayos a gran escala de su prototipo más avanzado.

- Asia. El continente es la próxima reserva del virus. India, con 5,1 millones, es ya el segundo país en número de afectados. En 2010 puede haber 17 millones de infectados que no encontrarán médicos preparados.

- España. La anfitriona de la anterior conferencia ha tenido un papel discreto. Científicos españoles han elaborado 130 de los 10.000 trabajos que se han presentado, según el Plan Nacional sobre el Sida, cuya secretaria, Lourdes Chamorro, ha sido la representante oficial de más nivel. España sigue sin un registro de infectados. Se calcula hay entre 120.000 y 150.000 personas con VIH en España, de las que una cuarta parte no lo sabe, y el número de casos de sida (cuando la infección se convierte en enfermedad) está estabilizado en 2.100 anuales, con 1.600 defunciones.

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha anunciado una campaña de fomento del uso de los condones para intentar frenar las 4.000 transmisiones -la cifra es una estimación- al año. Pero algunos indicios, como el número de casos de tuberculosis o enfermedades de transmisión sexual, que van en aumento, indican que también en España la epidemia puede ir a más.

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