Un estudio muestra que tres vitaminas retrasan el sida

Las vitaminas B, C y E retrasan la progresión del sida en pacientes infectados con el virus VIH, según un estudio de la Universidad de Harvard. Las vitaminas no son una cura, pero pueden ayudar a prolongar la vida en países pobres, particularmente en África y Asia, donde el número de contagios alcanza enormes proporciones, y donde apenas hay acceso a tratamiento con antivirales.

El estudio, publicado la semana pasada en la revista New England Journal of Medecine, analiza la evolución de la infección en 1.078 mujeres de Tanzania a lo largo de ocho años. A la mitad de ellas le dieron vitaminas y a la otra mitad un placebo. En un 30% de las que tomaron vitaminas, la infección avanzó mucho más lentamente que entre las que no las tomaron. Los investigadores lo achacan al fortalecimiento de sus sistemas inmunológicos.

Las dosis administradas fueron tres veces las habitualmente recomendadas de vitamina E, seis veces la de vitamina C y diez veces la del complejo vitamínico B.

A diferencia de las costosas terapias con fármacos, las vitaminas cuestan 15 dólares al año. "El experimento es muy prometedor, por el precio y porque permite ganar tiempo a la enfermedad hasta que el paciente pueda empezar un tratamiento con fármacos más caros y más tóxicos", dice Richard Marlink, director del Instituto del Sida de Harvard, que interviene en tratamientos en seis países africanos.

A las pacientes que tomaron los complejos vitamínicos no sólo les aumentó la cantidad de células CD-4 (que son las que el virus destruye), sino que manifestaron menos efectos secundarios de los que suelen acompañar a la enfermedad, tal como úlceras en la garganta, náuseas, cansancio o inflamación de encías.