Berlusconi considera "una chapuza" la cumbre de Schröder, Blair y Chirac
Alemania, Francia y el Reino Unido buscan fórmulas para reactivar el crecimiento europeo
Silvio Berlusconi criticó ayer con dureza la cumbre de Francia, Alemania y Reino Unido para abordar cuestiones económicas. "A la Unión Europea no le hace ninguna falta ni soporta un directorio que decida por los demás; esa reunión es una chapuza", afirmó el presidente del Gobierno italiano. "A esta iniciativa tripartita", añadió, "se opone la casi totalidad de los otros países miembros". El canciller alemán, Gerhard Schröder, confirmó ayer su intención de acordar en la cumbre de hoy una iniciativa conjunta para reactivar la política industrial europea.
El encuentro de hoy entre Gerhard Schröder, Jacques Chirac y Tony Blair, centrado en buscar fórmulas para reactivar el crecimiento, fue precedido el lunes por una carta de advertencia firmada por seis países, entre ellos España e Italia. José María Aznar y Silvio Berlusconi, con Jan Peter Balkenende (Holanda) y José Durão Barroso (Portugal), y los dirigentes de dos países que ingresarán en la UE en mayo, Leszek Miller (Polonia) y Juhan Parts (Estonia), exigieron que el Pacto de Estabilidad fuera aplicado "sobre bases no discriminatorias".
En noviembre pasado, Francia y Alemania consiguieron que los ministros de Economía de la UE aceptaran relajar los límites en el déficit presupuestario, que ambos países habían desbordado. Italia, presidente semestral en aquel momento, se mostró de acuerdo. Ahora se opone, y probablemente ese cambio de posición tenga que ver con el despecho de Berlusconi por no haber sido invitado a la cumbre de Berlín. Italia es la cuarta potencia económica europea, forma parte del grupo de fundadores y se siente marginada por el cada vez más sólido eje franco-alemán, con el que el Reino Unido coopera por razones tácticas.
Berlusconi hizo patente su malestar con Chirac, Schröder y Blair en una conferencia de prensa en la que anunció que el 12 y 13 de junio se celebrarían en Italia elecciones al Parlamento Europeo y a las alcaldías de las grandes ciudades. El propio presidente del Gobierno será candidato al Europarlamento, al frente de la lista de Forza Italia.
Por su parte, Schröder confirmó ayer que Berlín pretende acordar hoy con París y Londres una iniciativa conjunta para coordinar mejor la política industrial en la Comisión Europea y crear una supercartera que incorpore competencias reservadas hasta ahora a otros comisarios, como pueden ser los de Medio Ambiente, Mercado Interior o Comercio. "No negaré que pueda tener sentido encargar a un responsable en la Comisión", dijo Schröder, en vísperas de la reunión con Blair y Chirac. Definir la división de trabajo en Bruselas, sin embargo, le competerá al sucesor del actual presidente de la Comisión, Romano Prodi, según igualmente dejó en claro Schröder: "Nosotros podemos dar un buen consejo, pero no tomar la decisión".
"Excesivas regulaciones"
El descontento alemán con lo que Berlín considera "excesivas regulaciones" en materia industrial viene de antiguo y se ha aireado en polémicas como aquella sobre las directivas comunitarias para el sector químico y sobre la devolución de coches usados. Mal que bien, Alemania aún tiene un importante sector industrial, cuyos puestos de trabajo quiere defender a capa y espada. Su posición es respaldada por Francia y Reino Unido. Ya en febrero de 2003, Schröder, Chirac y Blair protestaron en una carta conjunta en contra de los "experimentos de regulación que encarecen los costes y las cargas de los empresarios" en la industria.
Acompañados de varios de sus ministros, los tres líderes también pretenden discutir una propuesta para aumentar los recursos destinados a la I+D. Aunque esto no siempre sea evidente en la realidad alemana -precisamente ayer, el Gobierno tuvo que rescindir un contrato multimillonario para crear un innovador sistema de peaje para camiones-, Schröder últimamente ha convertido la "innovación" en una de sus principales banderas políticas. Sin embargo, el pretendido incremento de los recursos destinados a la investigación y formación choca con la negativa de Alemania, Francia y otros países de aportar más recursos al Presupuesto de la UE ampliada. En defensa de su posición, fuentes oficiales en Berlín sostienen que, aun en épocas de restricción de gastos, es necesario "establecer prioridades".
En una cena conjunta a la que sólo asistirán los jefes de Gobierno y Estado (en el caso francés, asimismo acudirá el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin) y sus ministros de Exteriores, Schröder abordará también otros temas, como el futuro de la Constitución Europea y del reparto financiero en la UE.
El canciller alemán quiere discutir también con Blair y Chirac si los Veinticinco ofrecerán o no a Turquía negociaciones formales de adhesión. Schröder es partidario de abrir la posibilidad de una plena incorporación de este país a la UE, y así lo expondrá en un viaje a Ankara y Estambul el próximo fin de semana. Su principal rival político, Angela Merkel, presidenta de los democristianos (CDU / CSU), por el contrario, tan sólo quiere ofrecer a Turquía una "asociación privilegiada" con la UE.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.