Esteban y Panichelli analizan en un libro la amistad Gabo-Fidel
"La fascinación casi obsesiva de García Márquez por el poder, su vocación de político". Esa es, según Ángel Esteban y Stéphanie Panichelli, la clave de la indestructible amistad entre el Nobel colombiano y Fidel Castro. Los autores, él español (Zaragoza, 1963) y ella belga (Bruselas, 1973), ambos filólogos, analizan ahora esa relación de 30 años en el libro Gabo y Fidel, el paisaje de una amistad (Espasa).
Según Juan José Armas Marcelo, que lo presentó ayer en la Casa de América, de Madrid, se trata de un libro "valiente, osado, atrevido, porque sus autores hacen lo que debe hacer todo intelectual: hablar contra los dioses".
"Acepté presentarlo antes de leerlo, y luego al leer algunas de sus páginas me arrepentí, pero en general me gusta", afirmó después Armas Marcelo. Y se explicó: "Es de una indiscreción feroz, como todos los libros que escarban en las alturas del poder y tratan de personajes tan poderosos y que han sobrevivido a tantas muertes como estos"; "está escrito con una pasión extraña, porque sus protagonistas quedan fatal, como lo que son"; "disuelve muchas dudas y abre otras, cosa que es de agradecer", "y contiene muchos disparates, aunque no citaré ninguno".
Tras esta inusual puesta de largo, los autores contaron que han trabajado en la obra desde hace cinco años y que consiguieron testimonios de amigos y personas próximas a los protagonistas, pero no directamente de ellos. Ni uno ni otro se pronuncian sobre esta amistad peligrosa, que el libro sitúa entre el caso Padilla (primeros años setenta) y el caso Ochoa, y que en los últimos tiempos ha dejado al autor colombiano en una situación de soledad absoluta frente a la inmensa mayoría de intelectuales.
La versión de Esteban y Panichelli es que fue García Márquez quien, llevado por su pasión por los políticos poderosos, quien buscó la amistad con Castro y obtuvo más beneficios de ella: "No sólo la mansión en el mejor barrio de La Habana y el Mercedes que le regaló Castro cuando ganó el Nobel. También hay que pensar que fue Nobel muy pronto, en 1982, y que otros autores políticamente menos correctos, como Borges en su día y que Vargas Llosa, no han podido serlo".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.