"Oteiza tenía una necesidad de gente"

Jaime Rodríguez Salís (Irún, 1926) simultanea su labor empresarial con la promoción cultural. Es dueño de Bodegas Remelluri y presidente de Luis de Uranzu Kultur Taldea (LUKT) y Arkeolan. Ahora suma a sus proyectos el libro Oteiza en Irún. 1957-1974, coeditado por Alberdania, LUKT y el Ayuntamiento de la ciudad fronteriza.

Pregunta. ¿Qué recoge en el libro?

Respuesta. Es un libro que no tiene pretensión literaria ni de investigación alguna. Es sencillamente una crónica en la que cuento las vivencias que tuve con Oteiza, con el personaje humano, durante los años que estuvo en Irún.

P. ¿Cómo describiría a Oteiza?

R. Era un personaje contradictorio. Presumía de huraño y distante, pero no era verdad. Tenía una necesidad de gente..., le encantaba la gente, era simpático y se divertía mucho. Era muy vital, le gustaba comer, beber, fumar puros,... Había una contradicción entre esa cosa que sin duda tenía de místico y esa otra tan humana y vital.

P. ¿Desde el punto de vista creativo, cómo fue su etapa en Irún?

R. Es parte fundamental en su trayectoria, el periodo de mayor esplendor y fecundidad creativa. Durante el tiempo que estuvo en Irún ofreció sin éxito tres veces su obra para hacer lo que finalmente se ha hecho en Alzuza.

P. ¿Qué opina de la monumentali-zación de su obra?

R. Estoy de acuerdo con quien dice que la obra importante de Oteiza era la pequeña. Su espíritu e idea era ésa.

P. ¿Qué hay del proyecto de recuperar la casa-taller donde vivió en Irún junto a Néstor Basterretxea?

R. La idea es hacer una copia de la casa, de arquitectura muy sencilla, en la misma zona donde está, aunque en otro sitio, pues ha quedado en una ubicación absurda. Será un recuerdo a Oteiza, pero todavía no se ha decidido el contenido.