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PREMIOS PRÍNCIPE DE ASTURIAS 2003

Jane Goodall anima a cuidar la educación, la paz y la naturaleza

Jane Goodall (Londres, 1934, www.janegoodall.com), la científica británica premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ha pasado más de media vida con los chimpancés en el Parque Combe de Tanzania, cerca del lago Tanganica, donde habitan los grupos salvajes. Cuando era niña trepaba a los árboles imitando a Tarzán, y cuando llegó a África era tan joven que tuvo que acompañarla su madre, pero hoy aquella niña aventurera que luego fue secretaria es una de las principales autoridades mundiales en el chimpancé o Pan troglodytes.

Ayer, esta mujer de aspecto frágil y conciencia acorazada prefirió no dar nombres, aunque hace poco no dudó en decir que comparar a Bush con un chimpancé es un insulto para los chimpancés. Lo que hizo fue animar a defender el devastado continente africano, a buscar la paz y a cuidar los recursos naturales. Y sobre todo, la educación: "La educación es el principio de todo, y eso se ve muy bien en África. La pobreza, el hambre, la destrucción de la tierra y el agua, la aniquilación del medio ambiente no son sólo un problema de dinero, sino en gran parte un problema de educación. Hemos visto que, sobre todo en el caso de las mujeres, si somos capaces de darles educación y un poco de dinero, la destrucción de la naturaleza disminuye y la gente empieza a vivir mejor. Sembrar semillas de educación es sembrar la paz".

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Con un plátano en una mano y su Señor H, una mascota chimpancé de peluche que ha conocido ya 49 países con ella, en la otra, Goodall respondió con serenidad casi budista a preguntas zoológicas, políticas y ecologistas. Ferviente lectora de la Biblia y Mensajera de la Paz de la ONU, Goodall decidió hace 15 años extender su protección a los chimpancés (apenas quedan ya 150.000 en el mundo, según dijo, frente a los dos millones de hace dos siglos) y dedicarse también a los humanos más débiles: los jóvenes y las mujeres. Con ese fin fundó el instituto que lleva su nombre y el programa Raíces y Retoños, que hoy opera en 70 países (en España hay seis grupos, informó) y trata de ayudar a los desheredados del mundo a romper barreras: "Todos los individuos de la Tierra son igual de importantes, y en vez de pensar globalmente y actuar localmente, me parece que lo que tenemos que hacer es actuar localmente y después pensar", afirmó.

Goodall dibujó las semejanzas entre los chimpancés y los hombres: "Los chimpancés comparten con nosotros el 99% del ADN, pero emocionalmente son también muy parecidos: tienen sentimientos iguales, pena, emoción o alegría; se cogen de la mano, usan herramientas y se dan abrazos. Pero, lamentablemente, también tienen un lado oscuro, como nosotros. Eso lo descubrí bastante tarde y para mi desgracia. Vi que las comunidades grandes son capaces de exterminar a comunidades más pequeñas por una cuestión de territorio. Exactamente igual que nosotros".

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